El servicio militar en Colombia no es obligatorio para los aborígenes del país, que pueden decidir de manera voluntaria si se alistan en las instituciones armadas, según una sentencia de la Corte Constitucional.
La decisión se derivó de un recurso de amparo que interpuso la madre de un aborigen que fue reclutado de manera forzosa por el Ejército, explicó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) , que hizo pública la jurisprudencia del alto tribunal.
Dicha ONG destacó en una nota de prensa que, en la sentencia, la Corte Constitucional establece que "la incorporación y retiro de las filas es voluntario" en el caso de esa minoría étnica, cuyos derechos son reconocidos y amparados por la Carta Magna.
Como en decisiones pasadas sobre otras cuestiones, el alto tribunal consideró que los pueblos indígenas de Colombia "tienen derecho a participar en las decisiones que los afecten" , dijo el secretario general de la ONIC, Luis Fernando Arias.
Las autoridades indígenas y los cabildos (órganos de gobierno de las comunidades) "son entidades de derecho público de carácter especial que hacen parte de la institucionalidad del Estado" , agregó Arias.
El portavoz indígena dijo que la ONIC considera que "el criterio de voluntariedad establecido por la Corte se enmarca en el pluralismo jurídico, en el respeto y reconocimiento de la diversidad étnica y cultural" de los aborígenes del país, que suman menos de un millón, distribuidos en unos 80 pueblos.
El alto tribunal "se ha atenido a la Constitución y al espíritu de la ley de reconocer la diversidad étnica y cultural de nuestro país, de brindar unas características especiales sui generis, unas políticas de atención diferencial para comunidades y pueblos indígenas", puntualizó el secretario de la ONG colombiana.
Arias agregó que "la Corte reitera que el Derecho colectivo fundamental a la identidad cultural indígena es una garantía de la comunidad y de cada uno de sus miembros, para poder actuar según su cosmovisión, dentro y fuera del territorio tradicional".
Tomado de El Espectador