El Gobierno manifestó públicamente y de manera expresa ante la comunidad internacional su respaldo unilateral a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, a su espíritu y a los principios que la inspiraron.
La declaratoria es un gran avance del gobierno colombiano en el reconocimiento a la importancia histórica de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, y el valor de las aspiraciones que la han fundamentado, así como los esfuerzos de todas aquellas personas y organizaciones que la promovieron.
Por su parte, el Gobierno invitó a las comunidades indígenas a continuar fortaleciendo la relación y a encontrar fórmulas que garanticen la convivencia armónica entre los pueblos indígenas y el resto de la población, "a conciliar intereses y a descubrir la riqueza del pluralismo, preservando el medio ambiente y el patrimonio cultural de nuestros ancestros para las futuras generaciones".