Los convocantes, entre los que destacan varias asociaciones de indígenas y afrodescendientes, han enviado una nota de prensa en la que denuncian la "desalentadora situación que vive Colombia" e instan a los diferentes actores sociales a repensar el modelo económico, social e institucional colombiano a través de mecanismos democráticos integradores para todas las partes.
Instituciones como la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) o la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) han justificado la convocatoria desde lo que llaman "las cuatro tragedias de Colombia".
La tragedia económica, causada por un neoliberalismo descontrolado que ha provocado más desigualdad y exclusión económica y social, la tragedia social, marcada por un aumento de la pobreza y la miseria que afectaría especialmente a mujeres, jóvenes, afrodescendientes e indígenas, la tragedia humanitaria, con más de cuatro millones de personas desplazadas, miles de desaparecidos, asesinatos sistemáticos contra poblaciones indígenas e incontables violaciones a los derechos humanos y por último lo que llaman la tragedia política, en la que se hacen eco de los hilos que unen al narcotráfico y las redes paramilitares con los partidos políticos.
El evento busca además generar movilización política y social del orden nacional y regional en torno a una Agenda País hacia otra Colombia sobre las bases de justicia y equidad.
La Cumbre centrará su atención en la coyuntura de crisis global a través de tres ejes temáticos nacionales, a saber: las implicaciones institucionales de un tercer período consecutivo del actual Presidente, la política de seguridad democrática y la crisis económica.
Las siete mesas de discusión tratarán temas más específicos como la crisis y el debate sobre un nuevo modelo económico, la pobreza y la desigualdad, la ilegalidad y la política, la defensa de las empresas del Estado y la división de poderes, el problema de las tierras, el conflicto y el narcotráfico, los acuerdos humanitarios y la coyuntura internacional en torno a los Tratados de Libre Comercio y las naciones latinoamericanas.
Uno de los objetivos de los convocantes es que del trabajo colectivo y deliberatorio de las mesas se inicie una movilización nacional para construir una Agenda País por todos los implicados.
La Cumbre Social y Política "busca que los sectores sociales, académicos, populares y políticos aporten al proceso de construcción desde sus distintos saberes y experiencias" de cara a construir desde las regiones una visión más amplia e incluyente de la problemática nacional relacionada con la crisis.
En este sentido, se realizarán 32 cumbres departamentales previas en las que se elaborarán documentos regionales para incluirlos durante el debate nacional en agosto.
Otros objetivos de la Cumbre son promover la lucha social y política, fortalecer la movilización orientada por los temas consensuados en la discusión y posicionarlos en la agenda de partidos políticos, organizaciones sociales, medios de comunicación, candidatos presidenciales y comunidad internacional.
Los documentos elaborados en cada departamento, previos a la cumbre nacional, serán fundamentales para focalizar los puntos de discusión en el evento bogotano pero nunca constituirán un fin en sí mismos.
Los organizadores definen la Cumbre como "un espacio de discusión amplia, democrática, propositiva y concertada que supere la reducción de la política a simples alianzas y coaliciones electorales, ya que los verdaderos problemas y tragedias nacionales se profundizan y acentúan y el descontento y apatía ciudadana frente a lo público crece en medio de la crisis".
