Durante 15 días el pueblo arhuaco se dio a la tarea de reflexionar y trabajar en la reunificación de su comunidad.
Cerca de 260 arhuacos, entre mamos y autoridades, se dieron cita en Nabusímake, su capital espiritual en donde se concluyó la necesidad de rescatar el trabajo espiritual de toda la comunidad.
En la reunión, realizada a finales del mes de agosto, participaron también comisiones de las áreas de salud, educación y derechos humanos. Los asistentes provinieron de 40 asentamientos indígenas de los de Guajira, Magdalena y Cesar.
Según Amado Villafaña, integrante de la comunidad, “para el pueblo arhuaco, Nabusimake es donde amaneció, ante de este mundo que vemos todo fue en pensamiento y cuando se creó la luz todo se materializó; es la historia que los mayores han transmitido de generación en generación”. Por esto, a través de los años, Nabusimake es el lugar elegido para realizar las asambleas en las que se toman las grandes decisiones del pueblo Arhuaco.
El próximo encuentro del pueblo Arhuaco será el 17 de septiembre.
