En la sede administrativa de la Organización de los Estados Americanos (Washington) tuvo lugar la Sesión Especial del grupo de trabajo encargado de elaborar el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Participaron los representantes de los Estados de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Costa Rica, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Kitts And Nevis, Surinam, Estados Unidos, Venezuela, representantes de los Pueblos Originarios de estos países, organizaciones de la sociedad civil, y observadores permanentes ante la OEA, a fin de lograr un avance significativo en las deliberaciones tendientes a la aprobación del proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Esta Sesión Especial se hizo en cumplimiento de la Resolución AG/RES. 1851 (XXXII-O/02) adoptada en la Asamblea General de la OEA, celebrada en Barbados en junio de 2002.

Cabe recordar que un paso importante en todo el proceso fue la constitución del Fondo Específico para apoyar la elaboración de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas CP/RES. 817 (1319/02) que tiene por propósito otorgar pasajes y estadía a representantes de pueblos u organizaciones indígenas para participar en la Sesiones Especiales del Grupo de Trabajo.

Actualidad Étnica presenta la declaración final del Caucus de los Pueblos Indígenas, por considerar que es de gran interés e importancia tanto para nuestros pueblos indígenas como para la sociedad en general.

Declaración del Caucus de los Pueblos Indígenas en la clausura de la Sesión Especial


Señor Embajador, estimados delegados gubernamentales y representantes de los pueblos indígenas, integrantes del Secretariado de la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, les agradecemos por su presencia y el apoyo a este proceso que tantos de ustedes han demostrado.


En cuanto se acerca la clausura de esta sesión, el Caucus de los Pueblos Indígenas quisiera aprovechar esta oportunidad para hacer unos comentarios sobre cómo puede avanzarse el proceso del proyecto de la declaración.


Señor Presidente, en las semanas y meses venideros, los estados miembros de este Grupo de Trabajo se reunirán para discutir cómo este órgano llevará a cabo su trabajo sobre la elaboración de este documento histórico.


En base de las declaraciones que hemos escuchado esta semana, parece que probablemente se comenzará a discutir la tarea seria de definir las condiciones y la metodología según las cuales se llevará a cabo esta nueva fase de trabajo -la llamada fase de "negociación"- En cuanto se acerca la clausura y Usted se prepara para asumir esta tarea, ofrecemos la siguiente orientación e instamos respetuosamente que Usted tome en cuenta las siguientes propuestas en sus deliberaciones.

En primer lugar, para comenzar la próxima fase en un ambiente de confianza, se debe comprender un principio importante. Los pueblos indígenas, sus naciones y sus organizaciones comprenden que la palabra "negociación" es un término que los estados usan para describir un período de deliberación y aprobación de texto.


Sin embargo, es necesario aclarar que ni los pueblos indígenas ni los gobiernos pueden ni deben "negociar" los derechos humanos. Los derechos humanos son inherentes e inalienables. Los derechos humanos deben ser reconocidos, promovidos y protegidos. Los derechos no pueden ser canjeados y comprometidos y no deben ser intercambiados por favores políticos.

Dicho eso, quisiéramos aclarar que cualquier mecanismo o metodología de trabajo creado o utilizado por este Grupo de Trabajo para avanzar sus esfuerzos dejará de ser legítimo si pretende contar con la autoridad para negociar los derechos humanos de otros.


Dicho de otra forma, cualquier proceso para plasmar en una declaración los derechos de los víctimas de las violaciones de derechos humanos -sea una declaración sobre los pueblos indígenas, las minorías étnicas, las mujeres, los incapacitados- será legítimo solamente si incluye la plena participación de los beneficiados interesados y solamente si la declaración cuenta con el apoyo de un consenso amplio de los beneficiados pretendidos.


En segundo lugar, el día lunes, escuchamos las palabras del Secretario General quien planteó la esperanza de poder aprobar el proyecto de declaración en la Asamblea General de 2004. También hemos escuchado que muchos delegados gubernamentales identifican la necesidad de avanzar con el proceso en una forma más agresiva.


Señor Presidente, estimados delegados gubernamentales, aunque apoyamos firmemente el mayor compromiso de los estados para avanzar con seriedad hacia la aprobación de esta declaración, quisiéramos plantear una consideración crucial: los pueblos indígenas no sacrificarán el contenido de la declaración por la velocidad de aprobación.



Si la declaración final no es fuerte y efectiva, su aprobación carecerá y amenazará debilitar la declaración que se prepara en las Naciones Unidas. Señor Presidente, las discusiones que se han llevado a cabo durante los últimos años en este grupo de trabajo han demostrado que hay muchos aspectos de este proyecto de declaración que todavía no establecen las normas mínimas de los derechos de los pueblos indígenas.


Dicho eso, la ausencia de ciertas modificaciones hará imposible nuestro apoyo a la aprobación del texto actual en 2004. Sin embargo, creemos que existe lo suficiente capacidad experta y confianza emergente en esta sala para permitirnos trabajar conjuntamente para preparar una declaración aceptable para todas las partes en el futuro próximo. Estamos en la mejor disposición de trabajar con los estados miembros en esta sala para lograr este fin.


En tercer lugar, quisiera abordar específicamente la cuestión de cómo este Grupo de Trabajo puede fortalecer las relaciones de socios que se han desarrollado entre los pueblos indígenas y los estados en los últimos años, y, en particular, cómo este órgano incluyera los pueblos indígenas en la siguiente fase de su trabajo.


En los últimos tres años los estados y los pueblos indígenas han trabajado conjuntamente para aumentar significativamente la participación indígena y para crear un ambiente que propicia las discusiones abiertas y francas. Con cada nueva sesión (incluyendo la actual), el diálogo y la confianza mutua han alcanzado nuevos niveles de respeto mutuo y seriedad. Sin embargo, la llamada fase de "negociación" probablemente conlleve una dinámica completamente nueva.


Los estados que todavía no han concluido su análisis del proyecto de declaración, necesitan hacerlo, consultar con los pueblos indígenas de su país, buscar asesoría y consejo de sus secretarías y ministerios nacionales relevantes, y presentar a todos sus comentarios, críticas y preocupaciones sobre el texto del proyecto. Señor Presidente, algunos estados todavía no han expresado en la discusión sus verdaderas preocupaciones y posiciones.

Comprendemos que, justamente porque es necesario un diálogo abierto y franco, algunos estados quieren restringir la participación indígena en estas reuniones en el futuro. En este momento, quisiéramos aclarar a este Grupo de Trabajo que sería inaceptable que los estados miembros disminuyan la presencia de los representantes indígenas en estas reuniones.


Si la participación indígena va a ser verdaderamente significativa, entonces, necesitamos estar presentes cuando los estados comiencen a articular plenamente sus posiciones. Solamente entonces, podemos responder adecuadamente y trabajar conjuntamente para lograr un entendimiento que nos permita preparar un instrumento que sea aceptable tanto a los pueblos indígenas como para los estados.


Solamente entonces, podemos llegar al consenso para aprobar esta declaración. Los estados no deben temer este diálogo permanente. Es una oportunidad para forjar nuevas relaciones con los pueblos indígenas que proporcionarán beneficios a todos los involucrados.


Dicho eso, proponemos los siguientes cinco (5) criterios preliminares para las reuniones venideras durante esta nueva fase de trabajo.


1) En primer lugar, debe haber plena participación de los pueblos indígenas en todas las reuniones donde los estados miembros "negocien" texto. Aunque comprendemos que en los transcursos del año, las reuniones del Grupo de Trabajo, están abiertos a observadores, tales mecanismos no serán suficientes para llevar a cabo esta nueva fase. Necesita haber participación amplia, plena, directa y significativa de los pueblos indígenas.


Entendemos que los recursos limitados serán un obstáculo significativo en la creación de un ambiente para cada sesión de trabajo tal como el ambiente de la sesión que se realizará hoy. Así que cada uno de nuestros gobiernos y organizaciones tienen que hacer un compromiso para trabajar en conjunto para buscar mecanismos que dejarían la participación más amplia posible y la mayor transparencia posible.


2) Con respecto a la transparencia, estamos contentos con la divulgación por Internet de estas reuniones. Quisiéramos fomentar a los estados que, en consulta con los pueblos indígenas, consideren maneras creativas de mejorar la transparencia de tales reuniones en el futuro.


Señor Presidente, la presentación de boletines para los Grupos de Trabajo interseccionales son bienvenidos. Quisiéramos añadir que en el futuro será necesario encontrar mecanismos que permitirán la disponibilidad de resúmenes más detallados de estas reuniones.


La transparencia plena quiere decir que, por lo menos, los pueblos indígenas quienes no estén presentes en una reunión, sean conscientes de las posiciones específicas tomadas por los estados individuales. Sólo con esta información puedan abrir un diálogo con sus estados y otros para alcanzar un entendimiento sobre los temas en discusión.


3) Las consultas nacionales entre los gobiernos y los pueblos indígenas también tienen que llevarse a cabo a la vez mientras empezamos esta nueva etapa. El Diálogo abierto y franco en este Grupo de Trabajo no puede servir como un substituto para los avances en entendimiento que puedan ocurrir durante consultas nacionales.


La intención de los derechos reconocidos en esta declaración es ayudar a fomentar una nueva época en la relación actual entre los estados y sus pueblos indígenas. Por esta razón, ofrecemos la siguiente sugerencia.


Antes de la próxima sesión especial, pedimos que cada estado entregue un informe escrito al Presidente del Grupo de Trabajo que resuma los pasos que ha tomado durante el año respeto a las consultas nacionales que han realizado con los pueblos indígenas y los pasos que ha tomado respeto a cualquier apoyo que hayan extendido a los pueblos indígenas para que puedan organizar y realizar sus propias consultas y capacitaciones. Al inicio de la próxima sesión, pedimos que el Presidente haga disponibles estos informes para todos los participantes.

4) Mientras los estados establecen las condiciones y métodos de trabajo hacia la finalización de esta declaración, deseamos dejar en claro que tal proceso no debe contemplar la adopción del proyecto de la declaración artículo por artículo. La declaración tiene que ser revisada como una entidad entera.

Como cada uno de nosotros sabemos, un artículo puede tener un efecto de fortalecer o debilitar a otros artículos de manera significativa. Por ejemplo, la falta de un reconocimiento específico de libre determinación en esta declaración probablemente sería fatal para el texto entero.


Como muchos gobiernos han expresado en sus propias declaraciones esta semana, es difícil llegar una conclusión final para un artículo, antes de la resolución de los temas tratados en los artículos relacionados. Por esta razón, los pueblos indígenas tampoco pueden ofrecer su apoyo para la adopción de esta declaración hasta que pueda ser evaluada como un documento entero.

5) Finalmente, los estados tienen que acercarse a esta nueva fase de trabajo con un nivel más alto de seriedad. Por esta razón, es esencial que en todas las reuniones futuras, haya una presencia de oficiales de los estados con la autoridad de tomar decisiones sobre el texto final del proyecto de la declaración.

Señor Presidente, estimados delegados de los estados, estados observadores y amigos, hemos ofrecido estas palabras como un esfuerzo para mejorar nuestra relación como socios en este proceso que esta instancia ha ayudado a crear.

No obstante nuestras diferencias, nadie puede negar que juntos, los estados miembros y los pueblos indígenas hemos logrado algo histórico para todos los pueblos de las Americas. Estamos abriendo las puertas de la OEA para la sociedad civil entera y estamos fortaleciendo la democracia en contra de sus numerosos enemigos.


Muy estimados delegados de los estados, esta declaración es más que solo palabras que pueden ser ignoradas o expresadas solo como aspiraciones. Se constituirá en el compromiso moral más alto de los estados no solo para afirmar que piensan qué son los derechos de los pueblos indígenas, sino también para contribuir al fortalecimiento y desarrollo de leyes internacionales y domésticas que reconocen efectivamente, promueven y protegen estos derechos.

Como Uds. los estados miembros empiezan deliberaciones en el próximo mes sobre el futuro de este grupo de trabajo, pedimos que consideren que el proceso mismo que articulan representa el compromiso de cada uno de sus países a la plena realización de los principios y derechos articulados en este documento.

Señor Presidente, de parte del Caucus de los Pueblos Indígenas, le agradecimos esta oportunidad para dirigirnos a esta instancia importante. Vamos a proveer copias de esta declaración a la oficina del Señor Presidente tanto en inglés como en español.

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