LOS CABILDOS MAYORES DEL RÍO SINÚ Y RÍO VERDE RESGUARDO EMBERA KATIO DEL ALTO SINÚ DENUNCIAMOS

1. Que los días 26, 27 y 28 de Febrero del presente año programamos la primera reunión de Junta Directiva del año en la comunidad de Amborromia-río Sinú-, con el objetivo de tratar los temas de Normatividad Interna y Derechos Humanos; a la convocatoria asistieron las autoridades locales de dieciséis comunidades, los Cabildos Mayores de los ríos Sinú y Verde; la comunidad de Beguidó y algunos miembros de las comunidades.

 

2. Que el día 26 de Febrero hicieron presencia en la comunidad -sede de la reunión- algunas personas armadas que se identificaron como miembros del grupo insurgente de las FARC-EP -Bloque José María Córdoba- con el propósito de entablar diálogos con las Autoridades de nuestro pueblo referidas a la posición de los Embera Katíos del Alto Sinú frente a los actores armados; pero particularmente ante la negativa por parte de nuestras comunidades y dirigentes de colaborar con este grupo armado.

 

3. Las autoridades y la comunidad expresaron al unísono que debido a la grave situación de seguridad que afronta nuestro pueblo por encontrarse en medio del conflicto, a la muerte de varios líderes y comuneros por defender nuestros principios, pero principalmente a que el proyecto de todos los pueblos indígenas, y específicamente el de los Embera Katío del Alto Sinú, es vivir en PAZ, en su territorio, recuperando sus tradiciones y cultura, construyendo autónomamente una organización que pueda brindar salud, educación y calidad de vida a sus comunidades; no están dispuestos a participar como colaboradores, informantes, militantes, y mucho menos como reclutas de cualquier grupo armado legal o ilegal.

 

4. Que esta posición no es nueva, como lo demuestran la Declaración Publica emanada en la Asamblea de Gobernadores y Autoridades realizada en la comunidad de Sambudó entre los días 8 a 11 de abril de 1999, y todas las múltiples declaraciones que sobre el respeto a los derechos indígenas ha hecho nuestro pueblo.

 

5. A pesar de que las FARC-EP se niegan a reconocer el territorio indígena como sagrado y autónomo, imponiéndonos un conflicto no compatible con nuestra cosmovisión, en contra del principio de diversidad étnica y cultural, protegido por la constitución y los convenios internacionales de defensa de los derechos de los pueblos indígenas nos mantenemos firmes en nuestra posición.

 

6. Adicionalmente expresamos que, como siempre ha sido nuestra política, cualquier acercamiento o diálogo con este grupo armado o con cualquier otro; lo haremos con intermediación de los organismos de Derechos Humanos y de manera pública. Por otra parte, solicitamos a todos los organismos no gubernamentales de Derechos Humanos, organizaciones sociales, organizaciones para la protección de los Derechos Humanos, organizaciones indígenas, movimientos ambientalistas e indigenistas y a todos aquellos cuya causa común es el respeto por los pueblos indígenas su solidaridad y apoyo a favor de nuestros deseos.

 

Tierralta, 27 de febrero de 2003

 

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