La Autoridad Nacional de Gobierno Indígena, Onic, expresa su profunda preocupación e indignación por los recientes actos de violencia en los cuales han sido asesinados varios indígenas: ocho en las dos últimas semanas, 64 en lo que va corrido del año; 165 en apenas año y medio.

La cifra es alarmante y, debe conmover la conciencia nacional y mundial, en 2008 y 2009 han sido registrados 165 asesinatos. Esto evidencia el sistemático genocidio al que están siendo sometidos nuestros pueblos. Hoy denunciamos, nuevamente, que no menos de cinco compañeros han sido asesinados en la última semana, en una ola de violencia desatada y sistemática en contra de autoridades, dirigentes y comuneros indígenas. La violencia desatada contra nuestros pueblos amenaza nuestra existencia como pueblos y culturas.

La cadena de exterminio indica que hay una clara intención de acabar con los pueblos indígenas del país; especialmente con nuestros hermanos de Nariño donde en el transcurso del año han sido asesinados 24 compañeros Awá; nuestros compañeros del Pueblo Nasa del Cauca, donde han sido asesinados cinco compañeros en la última semana; y, recientemente se empieza a incrementar en otras regiones como en Putumayo, donde el día de ayer fue ultimado un reconocido dirigente: Edilberto Inbachi Mutumbajoy.

A estos e suma dos asesinatos en Antioquia, uno en la Guajira en las dos últimas semanas y la reciente muerte de dos niños emberas en el Chocó y uno en Risaralda, dos niños Nukak en Guaviare, los cuales murieron por desnutrición y a causa de enfermedades prevenibles que se hubieran podido evitar de haberse tomado las medidas de salud eficientes por parte de las instituciones de gobierno encargadas.

HECHOS RECIENTES:

La noche anterior, 02 de agosto, a las 10:00 p.m. en la comunidad de puerto Rosario, municipio de Puerto Guzmán cuatro sujetos llegaron hasta la habitación del dirigente indígena Edilberto Inbachi Mutumbajoy y le propiciaron varios disparos en su propia casa. Así lo denunció la organización Zonal Indígena del Putumayo, OZIP, la cual, en representación de los pueblos Indígenas del Putumayo, manifestó su profundo dolor y "rechazo del vil asesinato de nuestro líder y dirigente Indígena". Los funerales de Inbachi se llevaron a cabo en la ciudad de Mocoa, el día de hoy.

La OZIP sostuvo que "esta situación enluta una vez más a los pueblos indígenas del Putumayo y de Colombia, espacios donde con mucha claridad venía aportando nuestro líder Edilberto, para concertar acuerdos con instituciones públicas y privadas del orden local, regional, nacional e internacional, en procura de lograr mediante el diálogo y la concertación por el bienestar colectivo de los sectores marginados por el Gobierno Colombiano".

Inbachi ocupo varios cargos directivos de la OZIP, como también formó parte del Comité Ejecutivo de la Onic y de la organización regional del Amazonas, OPIAC. Los responsables de este asesinato, aún no han sido identificados.

En otro hecho en el Cauca fue asesinado el pasado sábado, 01 de agosto, el dirigente agrícola Wilson Ramón Vivas, de 42 años de edad en la comunidad de López Adentro Municipio de Caloto. Antes el 26 de julio había sido asesinado el también indígena Arnulfo Palacios Conda, en Guabito, en territorio de López Adentro, municipio de Corinto. Las denuncias fueron hechas por las autoridades indígenas del norte del Cauca, sin que hasta el momento se hayan aclarado los hechos.

Wilson Ramón "fue asesinado mientras se encontraba con su familia el pasado 31 de Julio, cuando a la 7:20 de la noche cinco hombres encapuchados llegaron a su casa en la comunidad de López Adentro, y después de intimidar a su esposa Mariela Guejia y sus hijos Jonatan, Luz Adriana y Anggy Viviana, procedieron a asesinar a este humilde agricultor", denunció la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN.

Después del asesinato de Wilson Ramón, "se ha conocido la presencia de hombres vestidos de azul, encapuchados y armados en la zona. Frente a estos hechos las comunidad indígenas de López Adentro se ha declarado en Asamblea Permanente", denunció Rafael Coicue, líder de esta comunidad. A esto se suma las constantes violaciones a los DDHH del pueblo Nasa y los asesinatos selectivos de autoridades y líderes indígenas de la región.

El mismo 26 de julio, pero al norte de Colombia, "hacia las 7:15 de la noche, cuando se encontraba en su propia residencia ubicada en el barrio "La Cosecha" de Riohacha, Guajira, fue asesinado, por hombres desconocidos que se movilizaban en una motocicleta, el docente Wayuú: Jacinto Herrera, de 38 años de edad.

La alianza organizativa Fuerza de Mujeres Wayuú expresó, ante la opinión pública nacional e internacional, su profunda preocupación por los sistemáticos hechos a violentos cometidos por estructuras armadas ilegales post-desmovilización de las AUC contra miembros del pueblo Wayuú, a lo cual se suma las constantes agresiones, intimidaciones y amenazas contra las mujeres Wayuú que adelantan el proceso de denuncia y visibilización por violaciones a los derechos humanos y colectivos del pueblo wayuú.

Tampoco son ajenos a estas circunstancias los embera y senú de Antioquia. El pasado 20 de Julio fue asesinado el indígena embera eyabide Luis Orlando Domicó Majore de 32 años, al parecer por el Frente 18 de las FARC. Dos días después fue asesinada Ana Luz Soto, indígena del Pueblo Senú.

La Organización Indígena de Antioquia, OIA, denunció con preocupación e indignación los hechos en su momento; "anunciamos estos cobardes y viles crímenes cuando aún no nos reponemos de la muerte de nuestro compañero Silverio Majore, quien murió apenas hace dos semanas víctima de una mina antipersona dejada por guerrilleros de las FARC ante el avance de tropas del ejército en territorio indígena, hecho ocurrido en el municipio de Ituango Antioquia, lo que ha generado una situación de desplazamiento forzado hacia el casco urbano de indígenas y campesinos por los enfrentamiento que mantienen estos grupos en la zona".

Indicó, la OIA, que en menos de dos meses se han cometido varios asesinatos por parte de los grupos armados a pobladores indígenas en diferentes zonas del departamento, como lo ocurrido hace dos meses sobre la muerte violenta de que fue víctima el gobernador Indígena Manuel Martínez Velásquez, de la comunidad Senú de Tigre II en el municipio de Caucasia el pasado 13 de mayo. "A lo largo de todo el departamento de Antioquia se viene haciendo señalamientos a nuestros hermanos indígenas de ser auxiliadores de uno u otro grupo, poniéndolos de manera infame como blancos de guerra".

Las violaciones a los derechos humanos se han incrementado de manera alarmante tanto que en lo que va corrido del año han sido asesinados 64 compañeros, de casos documentados, pues hay regiones donde las comunidades no denuncian por temor a represalias de los actores armados y, los hechos quedan sin registro.

También en las dos últimas semanas cinco niños, tres emberas de Chocó y Risaralda y dos Nukak del Guaviare, murieron a causa de desnutrición y enfermedades prevenibles y curables que no fueron tratadas por las instituciones de salud que inoperan en las regiones colombianas.

Ante estas circunstancias adversas para la pervivencia de nuestros pueblos

EXPRESAMOS:

Nuestra preocupación en medio de estos difíciles momentos que atraviesan los pueblos indígenas de Colombia, bajo la amenaza de un conflicto que ha dejado a nuestros "pueblos en un situación, crítica, difícil y preocupante", como lo expresará el Relator Especial para los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los pueblos indígenas, Dr. James Anaya, en su reciente visita a Colombia.

No entendemos cómo, una vez denunciadas las gravísimas violaciones a los derechos humanos de nuestros hermanos indígenas en las diferentes audiencias con el Relator y, en las cuales se pretendía buscar soluciones a la crisis humanitaria de nuestras comunidades, en vez de mejorar haya empeorado esta situación con su visita.

RECHAZAMOS estos métodos de violencia que atentan contra la vida e integridad de nuestros hermanos indígenas y en contra de la autonomía de nuestros pueblos. Nos solidarizamos con todos ellos y con los familiares de las víctimas de estos actos violentos.

REITERAMOS nuestro llamado al Estado Colombiano y al gobierno para que cumpla con su deber de proteger a los pueblos indígenas respetando su autonomía, integridad física, cultural y territorial, garantizando las condiciones necesarias para la pervivencia.

EXIGIMOS a todos los actores armados que respeten a los Pueblos indígenas, así como a todos los pueblos indígenas y a la población civil de todo el país. Y, cesar ya el genocidio emprendido contra los hermanos indígenas particularmente del Pueblo Nasa del Cauca.

SOLICITAMOS a los organismos de control como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación realizar un acompañamiento permanente a las comunidades y autoridades de los pueblos indígenas más vulnerados. Y a la Fiscalía General de la Nación y entes competentes para que inicien el proceso de esclarecimiento de los hechos, la judicialización de los autores materiales e intelectuales y así garantizar que estos hechos no queden en la impunidad.

INSTAMOS a organizaciones sociales nacionales e internacionales y a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos para que demanden del gobierno colombiano la adopción de medidas urgentes, dirigidas a salvaguardar la vida e integridad de los miembros de los pueblos Indígenas del país.

Llamamos a la Comunidad internacional a acompañar y estar alerta ante la grave crisis que se desata contra nuestros pueblos.

Consejo de Gobierno
Autoridad Nacional de Gobierno Indígena de Colombia

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