Retorno y reubicación de más de 900 Emberas Chamí y Katíos a este territorio, es incierto.
En una rueda de prensa realizada este 18 de julio en la sede de la ONIC, los líderes indígenas denunciaron el bombardeo realizado por el Ejército colombiano con aviones fantasma a varias comunidades del resguardo chocoano del Alto Andágueda, pese a las declaraciones hechas por el Coordinador de DDHH y comunidades vulnerables del Ministerio de Defensa, Jaime Hernández, quien dijo el dia anterior en la Mesa Interinstitucional que se ocupa del retorno de dichas comunidades que el gobierno y las fuerzas militares eran respetuosas de su proceso de retorno.
En dias pasados la mayor parte de los indígenas Embera asentados en Bogota ocuparon la carrera Séptima, una de las principales vías de la capital, para presionar de los gobiernos nacional y distrital la aceleración de los procesos de reubicación y retorno.
Como resultado de los bombardeos denunciados “hasta este momento se encuentran nueve personas desaparecidas”, según informaciones del Consejero de la Asociación OREWA, Otoniel Querágama, quien se encuentra en Bogotá como parte de la comisión que negocia condiciones dignas para el retorno de cientos de indígenas a sus comunidades, y quien fuera informado a primeras horas de la mañana del bombardeo que la fuerza aérea realizó en las comunidades de Brisas, Palma, Pescaito, Paságueda, Uripa, Quebrada Monte y Conondo del resguardo del Alto Andágueda por espacio de 50 minutos, a partir de las 4 de la madrugada. Las consecuencias y el número de víctimas aún están por verificar. Las informaciones provenientes de la zona hablan de nueve desaparecidos, entre los cuales hay varios niños, pertenecientes a varias comunidades.
El Consejero de la Asociación OREWA solicita a autoridades del Gobierno Nacional, al Ministerio Público y a organizaciones solidarias se conforme en la menor brevedad posible una Comisión Humanitaria de Verificación en el Alto Andágueda. Asimismo, exige a la Fuerza Aérea que dé explicaciones inmediatas de por qué realizaron los bombardeos en las áreas de resguardo indígena y zonas de cultivo.
Según el comunicado de la organización indígena, "El Alto Andágueda está poblado por indígenas del pueblo Embera Katío. Uno de sus mayores problemas ha sido el conflicto interno de Colombia, el narcotráfico, la militarización de su territorio, y con ello la desnutrición y la precaria atención en salud, pese a que todos tienen carnet de salud, ha causado la muerte de cientos de niños y niñas, situación que fue objeto de discusión por más de dos horas en la mesa de concertación, entre la Viceministra de Salud, alcaldes de Bagadó y Mistrató, Gobernador de Risaralda y Chocó, voceros de las comunidades con respaldo de la ONIC. No basta con carnet, el problema es que no hay tratamiento diferencial étnico y en gran parte por el desconocimiento territorial y cultural de nuestro pueblo”, enfatizaron autoridades indígenas del pueblo Embera.
E estos bombardeos se suman hechos como que "el 24 de junio pasado había fallecido la mujer indígena María Andrea Onógama Arcila, Embera katía de Pueblo Rico (Risaralda) como consecuencia de una herida de fusil propinada por seis soldados de la Octava Brigada del Ejército Nacional, mientras se encontraba en una faena de pesca; la toma pacífica de la sede de CAPRECOM son detonantes de la crisis en el pueblo Embera, como el Nasa, y decenas o la mayoría de los 102 pueblos que cohabitan Colombia".
Los nuevos acontecimientos, al igual que la dificil situación generada por el conflicto en el norte del Cauca, hacen incierto el retorno de estas comunidades a sus territorios. La situación humanitaria del pueblo Embera sigue agravándose con las acciones llevadas a cabo por los bombarderos del ejercito, y que a juicio de los indígenas hacen parte de "la política de guerra que continúa implementando el gobierno nacional". Mientras tanto más de 600 indígenas Katíos y Chamí victimas y desplazados en Bogotá se aferran a retornar a su territorio o reubicarse cerca de sus territorios ancestrales, como su única salida para garantizar su pervivencia socio cultural como Pueblo en vía de extinción, de acuerdo al auto 004 de la Honorable Corte Constitucional.
El tiempo para el retorno y reubicación de los Embera Katíos y Chamí, fijado en dos meses, sigue corriendo en medio de la incertidumbre, a pesar de la voluntad expresa de los indígenas e incluso de los miembros del gobierno, entre los cuales se encuentran varios viceministros, como el de Salud, Agricultura y Desarrollo Rural, Unidad de victimas y de restitución, representantes del distrito capital y del Ministerio del Interior, entre otros presentes y comprometidos en la mesa de concertación. Amanecerá y veremos dijo el ciego...agregan un tanto incrédulos los líderes indígenas.