Por Tejido de Comunicaciones de la ACIN
En el Casco Urbano de Kokonuko, a orillas de la quebrada del Peñón y frente al Picacho de la vereda el alto, territorio ancestral del pueblo Kokonoko, se dio inicio al XIV congreso del CRIC, bajo la perspectiva de evaluar el camino político organizativo de los 42 años de lucha, reflexionar frente a las amenazas que enfrenta los territorios y los procesos, para proyectar el camino del proceso organizativo frente a los desafíos actuales.
Los Kokonukos, provienen de la erupción del Volcán Puracé y el Sotará (macho y hembra), su nombre ancestral Koko-nuko, era la denominación que daban los mayores de este territorio al volcán cuando hacia erupción, el cual lo asemejaban con “un monstruo de cabeza brillante”. El territorio Kokonoko nace en el Municipio de Puracé, pasa por Popayán y llega hasta el Tambo, está rodeado de al menos 50 lagunas, está comprendido por la cadena volcánica de este pueblo, una diversidad de picachos y peñones como el peñón de Sotará. Por esta razón también Kokonuko es el territorio del duende, espíritu que habita en los picachos y peñones. Fue en este territorio ancestral donde se iniciaron las luchas por la recuperación de tierras en el Cauca. En el año 72 los Kokonukos recuperaron una de las primeras haciendas que estaba a manos del arzobispo de Popayán de ese entonces. En esos años, nosotros originarios de este territorio, éramos esclavos de los terratenientes como los Chaux, los Angulo, los Mosquera, los Zambrano. En esos tiempos en la hacienda el trugue de propiedad de los Mosquera, llevaban los indígenas de este pueblo, que cazaban como animales y por no hablar español los colgaban del cuello en un gancho. Menciono Alberto Yace, consejero del CRIC en representación del pueblo Kokonuko.
Con un ritual de armonización, el saludo y agradecimiento a los espíritus guardianes del territorio y del Cosmos por permitir la reunión de los pueblos en el territorio ancestral de los Kokonukos, se dio inicio al primer día del XIV congreso del CRIC. De igual manera como hijos e hijas de la madre tierra pedimos perdón a nuestra Madre Tierra por los abusos y daños causados desde la ambición y la inconciencia. Las autoridades tradicionales representantes de los diez pueblos indígenas del Cauca presentes en el XIV congreso, representantes de las asociaciones y otras organizaciones participantes, expresaron sus inquietudes y preocupaciones frente al momento actual que viven las comunidades, las realidades territoriales y organizativas que evidencia un momento crítico del proceso político organizativo, momento propicio para la unidad, la conciencia colectiva y las decisiones coherentes.
En la intervención de apertura al XIV congreso del CRIC, el consejero mayor del CRIC menciono con preocupación la desarmonía generada al territorio y al pueblo indígena con el asesinato de los guías espirituales, de igual manera la utilización de los guías espirituales por parte de los grupos armados o sectores que usan la espiritual para dañar la unidad de los pueblos indígenas. Ante las preocupaciones expuestas llamo al fortalecimiento de la espiritualidad como elemento fundamental para la vida de los pueblos indígenas y a la unidad en la luchas por el territorio para la búsqueda efectiva de la autonomía en los diversos espacios
Los consejeros de la Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC, también presentes en el XIV congreso del CRIC manifestaron los riegos que actualmente enfrentan los pueblos indígenas y los territorios a nivel nacional, como el fraccionamiento de los procesos organizativos, la implementación de la locomotora minera que permite la entrada de las multinacionales, los tratados de libre comercio, la mercantilización de los territorios, la aculturización del pensamiento indígena y la sectorización de los procesos organizativos entre otras amenazas. De igual manera proponen que el movimiento indígena sea actor en los espacios electorales más de los ámbitos local y regional, para que desde la instancia política electoral se llegue a los espacios de poder nacional y desde allí continuar la exigencia de los derechos como pueblos.
Frente al momento actual que viven los pueblos y los procesos, los casi cinco mil participantes al XIV congreso del CRIC, llaman a no olvidar la historia, porque es la que nos recuerda el camino de lucha y los principios organizativos, esta historia de nuestros abuelos y abuelas es la que ha orientado la resistencia milenaria de ser como pueblos.
En este sentido los espacios de análisis que amplían el segundo día del congreso, a través de las comisiones de trabajo, continuaran consultando a la memoria y a la conciencia colectiva los pasos a seguir para el fortalecimiento de la unidad.
