Su gran logro se demostró luego de que consiguiera con su equipo que más de 5.9 millones de acres en derechos territoriales fueron reconocidos para las comunidades rurales negras en el Pacífico Sur colombiano.

 

Castelblanco fue cofundadora del Proceso de Comunidades Negra (PCN) –red nacional que aglutina diversos movimientos afro-, trabajadora social, educadora y ambientalista. Su esfuerzo consiguió que en 1993 el gobierno nacional expidiera la Ley 70, base jurídica que permitió desde entonces, el reconocimiento de los derechos jurídicos, políticos, económicos, territoriales, sociales y culturales de las comunidades negras del país.    

 

De igual forma, en la década de los años 90 consiguió parar la explotación -con maquinaria pesada- de oro aluvial en el departamento del Valle del Cauca. De esta forma se evitó una mayor contaminación de los ríos de la región, mortandad de peces y especies acuáticas, como también evitar una crisis alimentaria y de salubridad que pudo haber afectado a toda la comunidad.   

 

Libia Grueso sueña desde ahora con que el Estado colombiano apruebe una política ambiental para la Costa Pacífica, región en la cual confluyen intereses económicos de grandes multinacionales farmacéuticas, de materias primas e hidrocarburos; como también, intereses territoriales y geopolíticos manifestados y practicados por los grupos alzados en armas, que han diezmado y desplazado ha decenas de comunidades negras como indígenas.    

 

Cada año el premio es entregado a seis defensores y promotores del medio ambiente en África, Asia, Europa, islas y naciones isleñas, Norteamérica, Sur y Centroamérica.

 

El Premio Goldman


El Premio Ambiental Goldman ha sido creado para honorar a personas que se hayan destacado por una notoria defensa del ecosistema. Inicialmente el premio consistía en $60 000 otorgados por la Fundación Ambiental Goldman, y ha sido aumentado en tres ocasiones hasta alcanzar el monto actual de $125 000.


Con este galardón se trata de estimular importantes labores continuas de conservación del medio ambiente natural, entre las cuales se incluyan (entre otros asuntos) la protección de ecosistemas y especies en vías de extinción, la lucha contra proyectos destructivos para la naturaleza, el fomento del desarrollo sostenible, la participación activa en políticas ambientales, y la lucha por la justicia ambiental.

Si bien el premio persigue diversos objetivos ambientalistas, el jurado calificador se rige por los criterios siguientes:


Ciudadanos privados y organizaciones sociales reciben prioridad sobre actividades científicas, académicas o gubernamentales.


Los empleados gubernamentales sólo pueden ser postulados por labores que estén fuera de sus responsabilidades oficiales.


El reconocimiento premia logros recientes que hayan mejorado el medio ambiente e inspirado a otros seres humanos. No es un galardón por labores vitalicias, ni se confiere postmorten.

 

Los ganadores del Premio Goldman son comúnmente voces literales y figurativas de tierras vírgenes, hombres y mujeres de poblaciones aisladas y de barrios céntricos que están dispuestos a tomar riesgos extraordinarios para salvaguardar el ambiente.


El premio valida las voces de estos héroes de la tierra y les otorga:


- Un reconocimiento internacional que aumenta su credibilidad


- Divulgación mundial de las causas por las que luchan, y


- Soporte financiero para contribuir a sus metas de renovación y protección ambiental.


- Historia del Premio Ambiental Goldman


Este premio anual fue creado en 1990 por Richard y Rhoda Goldman, con el objeto de demostrar la naturaleza internacional de los problemas ambientales, a traer la atención pública a asuntos mundiales de importancia crítica, recompensar a individuos que hayan impulsado la creación de proyectos ambientales excepcionales e inspirar a otros para que sigan el ejemplo de los galardonados.

 

Visite la página del Premio Ambiental Goldman  

 

 

Libia Grueso Castelblanco, una mujer de raza negra de 43 años, incansable activista en defensa de los derecho de las comunidades afro de la costera Buenaventura, departamento de Nariño, recibió esta semana la grata sorpresa de ser una de los seis ganadores del Premio Ambiental Goldman, considerado el “Premio Nobel Ambiental”, por la estrategia de desarrollo sostenible que dirigió en su región, con base en una alianza entre ecología y cultura.
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