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Durante este congreso, donde las comunidades participantes analizaron las diferentes problemáticas, surgieron muchas tareas y propuestas para realizar a nivel interno y con otros sectores y pueblos. Entrevista con Rafael Coicué, líder indígena Nasa, quien ha acompañado la Minga Social y comunitaria.

La última semana de febrero tuvo lugar en Tacueyó, municipio de Toribío (Zona Norte del Cauca), la II Minga de Pensamiento del Cxab Wala Kiwe. El Tejido Comunicación de la ACIN, entrevistó a Rafael Coicué, líder indígena Nasa, quien ha acompañado la Minga Social y comunitaria.

Tejido de Comunicación ACIN: recordemos que del 12 al 16 de diciembre de 2002 se realizó el Primer Congreso de la zona norte. ¿Qué se alcanzó con este primer congreso?

Rafael Coicué: lo importante allí fue la ratificación e implementación de modelos propios, la implementación de acciones relacionadas con el respeto, la armonía y el equilibrio con la Madre Naturaleza. Además la ratificación de la Resolución de Autonomía de Jambaló, que habla del respeto al territorio, de la autonomía y de las medidas de control frente a situaciones de orden social, público y territorial.

Este congreso tuvo una trascendencia muy importante por la participación de las comunidades y de invitados nacionales e internacionales. Se registraron en este evento 17.000 personas del norte del Cauca. Todo esto gracias al trabajo previo que se había realizado mediante la visitas veredales, donde se socializaba los objetivos del este primer congreso.

TCA: En este Primer Congreso surgen mandatos y tareas desde la comunidad. Pero no se establecieron mecanismos para hacerlos viables, para poder desarrollar todas esas tareas.

RC: Eso es cierto. Creemos que lo que se generó fueron líneas y políticas que no han tenido mayor trascendencia, ni mayor avance en relación a algunos de los mandatos. Pero los tejidos y los cabildos siguen trabajando y se han dado algunos pasos que hay que resaltar y tener presentes. Por ejemplo, sabemos que las comunidades indígenas están cada día más dependientes de los productos (agrícolas) de afuera, esa es una problemática, por eso el Tejido Económico - Ambiental está trabajando, educando y concienciando para que haya una verdadera soberanía alimentaria. Son etapas, creemos que hemos dado algunos pasos. Por ejemplo, con dificultades y todo tenemos jugos Finxe y la comercializadora. Creemos que hemos dado algunos pasos, pero sabemos que nos falta mucho.

TCA: ¿Qué motivó la II Minga de Pensamiento realizada en Tacueyó?

RC: Hay varios aspectos que motivaron esta II Minga de Pensamiento. Lo primero es que hacía parte de los mandatos del Primer Congreso, entonces era necesario dar seguimiento a esas tareas y mandatos. Entonces debía realizarse el congreso cada cuatro años, y ya habían pasado seis años.

Lo segundo es que la situación y el contexto que se presenta dentro del territorio, del Departamento y del país son muy críticos. Por la amenaza del conflicto armado, la violación de Derechos Humanos, el despojo del territorio, a lo cual se le suma la parte normativa y de leyes que viene implementado este gobierno y el congreso que responde a intereses trasnacionales y corporativos. Y vemos que esto es muy peligroso. Por eso tenemos que sentar estrategias y organizarnos para resistir y también ir construyendo una alternativa de vida con otros procesos en Colombia.

Otro aspecto que nos llevó a realizar este congreso, fue revisar y hacer una evaluación muy minuciosa de los avances que hemos tenido en las diferentes áreas y diferentes tejidos que se conformaron en el 2005. Otro de los temas que se buscaba abordar durante estos cinco días, es que al interior de las comunidades indígenas hay dificultades, tenemos lo que se llama contradicciones internas, o sea distintas tendencias ideológicas o religiosas que han hecho que hoy se lleven a revisión. Es necesario saber que está pasando, ¿dónde nos perdimos?, ¿dónde está la gente influenciada por los otros actores que quiere acabar o debilitar el proceso? Esa es una de las propuestas, revisar las contradicciones políticas, religiosas e ideológicas que han llevado por ejemplo a la aparición de los Avelinos, Nietos y Asonasa, porque esto es una clara muestra de que hay unos vacíos y hay que revisarlos y ponernos al día en las debilidades para superarlas entre todos y comenzar a tomar medidas de superación a esa situación.

TCA: se han realizado dos congresos en el norte. Haciendo un paralelo frente a la situación de agresión pareciera que las cosas no han cambiado, porque en los territorios continúa la presencia de grupos armados legales e ilegales y la presión de multinacionales que buscan ocupar el territorio.

RC: Es cierto. En el año 2002 se inicia la Política de Seguridad Democrática, sentimos en carne propia el rigor y toda la presión del Estado frente a las movilizaciones. Una estigmatización constante seguida de detenciones. Después de 6 años encontramos que la situación esta más aguda, más crítica.

Hoy, además de la Seguridad Democrática encontramos leyes de despojo, la guerra, las trasnacionales, los TLCs, las contradicciones internas, las amenazas y persecución por los actores armados legales e ilegales, nos persiguen nos amenazan. El estado nos señala como colaboradores de la guerrilla, la guerrilla dice que nosotros somos sapos e informantes del gobierno. También se ha incrementado la presencia de cultivos ilícitos dentro de la región y eso ha agudizado el problema social.

Otro aspecto que hay que resalta aquí, es que el norte del Cauca a partir del año 2002 y en la base de datos que tiene el Tejido Defensa de la Vida, muestra que hay más de 260 comuneros y comuneras asesinados, por el conflicto armado, por las amenazas y por actores armados que están en la región. Y eso se puede ver que es una masacre, un genocidio que están aplicando hacia las comunidades indígenas del norte del Cauca, y si revisamos las cifras del Cauca y del país es igual de preocupante. Otro aspecto crítico es lo que está pasando con los indígenas Awá en Nariño, en Ricaurte, en esos territorios indígenas por donde pasa IIRSA y que eso ha generado una situación de despojo, desalojo y desplazamiento, y que además hay otros recursos como agua, petróleo, oro, bosque y allí están las comunidades indígenas estorbando. Hay una masacre, donde las FARC reconocen haber asesinado a 8 indígenas.

Pero nosotros nos preguntamos ¿A quién le sirven estos asesinatos?, pues únicamente a las multinaciones y a este régimen que quiere desplazarnos y despojarnos de derechos, y entonces decimos a qué le está apostando la guerrilla cuando dice que defiende al pueblo, cuando está matando al pueblo. Son cosas que se vienen discutiendo y planteando desde muchos procesos sociales en Colombia.

Y ese aspecto también nos preocupa pues la zona norte y especialmente en Jambaló hay una situación crítica que ha llevado a declararse en Asamblea Permanente porque toda la comunidad, los cabildos y los líderes están siendo amenazados. Hay una estrategia de desprestigio contra la comunidad, el cabildo, la organización y eso nos parece una acción muy sucia y absurda por parte de los actores armados, que utilizan la campaña de difamación, de señalamiento, de confusión al interior de la comunidad, para dividirnos y debilitar el proceso.

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