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Las expresiones del racismo que parecieran no existir en Colombia, han tenido la más clara manifestación en Pasto, una ciudad considerada por muchos como remanso de paz. Sin embargo, es precisamente en este lugar en donde han tenido cruentos hechos de asesinatos y ataques a jóvenes negros. Lejos está de ser realidad aquello de que todos somos fruto del mestizaje, puesto que en Colombia, país cuya mayor riqueza es su diversidad étnica y  cultural, hay un lato grado de existe racismo, discriminación y xenofobia. Carolina Cortés, investigadora de temas afro, aseguró a Actualidad Étnica que el racismo está activo como se evidencia en el caso de os estudiantes de Pasto. Ellos son un número más en las tristes estadísticas que indican que los afrocolombianos siguen siendo las principales víctimas del conflicto social y armado colombiano. Reproducimos la carta abierta a la comunidad nacional e internacional de los estudiantes universitarios de la Costa Pacífica.

Estudiantes universitarios Costa Pacífica

Carta abierta a la comunidad nacional e internacional

“En el mes de noviembre del 2003, el estudiante de raza negra, llamado John Nazareno, fue asesinado, en ocasión del efecto de las armas cortopunzantes y los golpes que le propinaron, un grupo de personas, que lo abordaron una tarde de viernes, en inmediaciones de la Universidad San Martín en Pasto, hasta la fecha no hay nadie en prisión por este hecho, solo se sabe que el caso, está en manos de la unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de Colombia.

Sin embargo, se tienen serios indicios que los autores materiales e intelectuales, de este repudiable hecho, son miembros de las bandas Los Huesos y La Playita, quienes tienen su accionar en el barrio pandíaco, quien se encuentra en inmediaciones del complejo universitario de la Ciudad de Pasto, en el Departamento de Nariño, en su alrededor quedan las Universidades San Martín, Cooperativa y Nariño.

Los estudiantes de la Costa Pacífica Nariñense, en su inmensa mayoría de raza negra, prefieren vivir en este sector, ya que los precios de alimentación y vivienda son más cómodos que en otros lugares de la ciudad, además que por su cercanía a los campus universitarios, no deben pagar el servicio de transporte, circunstancia beneficiosa para ellos, ya que muchos son de situación económica precaria, la cual palean trabajando en horarios disponibles y con el gran esfuerzo que hacen sus padres, familiares y amigos, para mantenerlos en una ciudad donde deben pagarlo todo.

Pasto, capital del Departamento de Nariño, ha sido considerado desde otrora, como una de las ciudades más racistas del país, debido a su constante hostilidad con otras culturas y razas, no obstante, la población negra asciende a más de 16.000 personas, en una población de unos 450.000 habitantes.

Lo más preocupante, es que la hostilidad en el Barrio Pandíaco, no cesó con la muerte de John Nazareno, el día 24 de Septiembre de 2005, 3 jóvenes de raza negra fueron agredidos en horas de la noche, por un grupo de más de 20 sujetos pertenecientes a las bandas antes mencionadas, causándoles serias lesiones en la cara y cuerpo.

Luego de lo anterior, se estableció una reunión con el Alcalde Nocturno de Pasto, el Comandante de la estación de Policía de la Ciudad, otras autoridades y la Subsecretaria de Gobierno Departamental, donde se comprometieron a aumentar el pie de fuerza en horas de la noche, a sellar establecimientos donde entran personas armadas y a brindarle seguridad a las personas afrodescendientes.

Las anteriores prerrogativas, no fueron otorgadas, y al siguiente fin de semana, 1 de Octubre de 2005, otro joven de raza negra, fue atacado, por un grupo de más de 17 personas, dejándole serias lesiones en la cara, de las cuales medicina legal, todavía no ha emitido concepto.

La gota que rebasa la copa, y que tiene presa de pánico, a la comunidad afrodescendiente en Pasto, es el ataque, que se le hizo, el 7 de Octubre, a otro joven de raza negra, por un grupo de más de 8 sujetos, al parecer, también pertenecientes a estás bandas, de lo cual, queda una herida en la cara.

Las amenazas, no han parado, a las personas no negras, que han querido prestar su colaboración, para ponerle coto a este flagelo, algunos miembros de esta banda, las han amenazado a no seguir con este tipo de ayuda a miembros de la raza negra, diciéndoles que no se metan a defender a estos negros hijue….., porque también se los llevan por delante. Es más, han dicho que se van a meter con quien sea, hombre o mujer porque a todos los negros y negras les van a doler.

Ante estos hechos de xenofobia y racismo, ocurridos en el siglo XXI, en un país, donde este flagelo, se veía en forma larvada, y no de manera manifiesta, pedimos a todos, la solidaridad, con los Estudiantes Universitarios Afrodescendientes, que vienen a Pasto a estudiar, para superarse, liberarse y mejorar las condiciones existentes de su entorno, que su accionar y metodología de acción, radica en un profundo rechazo a la violencia, y que sus padres, amigos, barrio y ellos mismos, se encuentran en una situación muy difícil, porque cada fin de semana, hay un nuevo miembro de la comunidad negra, golpeado o torturado, por la acción de estos grupos delincuenciales.

Esta nueva expresión del Ku Klux Klan, constituye uno de los hechos racistas, más graves en los últimos tiempos de manera manifiesta, y no es un hecho aislado, ante la negligencia estatal de propender los medios para una cultura educativa basada en el diálogo, la tolerancia, el respeto por la diferencia, la no discriminación y el rechazo a toda forma de violencia.

Los estudiantes Afrocolombianos, queremos estudiar y tener una vida tranquila en Pasto, sin ataques, presiones, ni confrontaciones de ninguna índole, por eso exigimos de las autoridades competentes, el aumento de protección por parte de la fuerza publica, la judicialización de nuestros agresores, el acercamiento para el diálogo y la convivencia pacífica, y todas aquellas acciones que bajo mecanismos beneficiosos y no coercitivos, terminen por eliminar las causas y condiciones por las cuales estos actos vandálicos, racistas y xenofobicos nos afectan.

Exigimos un esclarecimiento de estos hechos, el castigo a los culpables y la reivindicación de imaginarios que terminen por erradicar estos flagelos, propios de la edad de piedra.

Pasto, Octubre de 2005

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