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En Guainía es posible admirar una inmensa y espesa selva virgen de características alucinantes. A ello se suma un universo de aves, peces, animales que hacen de la región una de las principales reservas naturales del mundo. Sus 72.238 km2 de extensión son regados por los ríos Guaviare, Guainía, Inírida, Isana, Tomo y Atabapo, y los caños bocón, Guascaví, Guamaco, Guiña, Nabuquen, Aque, Colorado y Mosquito, en cuyas orillas habitan más 15 mil indígenas de las 7 etnias Curripaco, Wanano, Puinave, Cubeo, Desano, Tukano y Piratapuyo.

La principal actividad económica del departamento es la agricultura, complementada con otras actividades como la pesca, la ganadería y la producción de palmas de chiquichiqui y bejuco “yaré”, útil para las artesanías. En los últimos años se realizó el hallazgo de importantes minas de oro y diamantes, cerca de las fronteras con Venezuela y Brasil, en la zona llamada "El Dorado".

Para conocer más sobre la vida de las comunidades indígenas en el departamento, hablamos con Henri Cabria Mejía, dirigente del pueblo Puinave, quien se desempeña como Coordinador General de la Organización de los Pueblos Indígenas Puinaves de Guainía (OPEDEGUA).

¿Cuál es el panorama o la realidad que en estos momentos viven las comunidades indígenas del Caquetá? ¿Qué procesos positivos se pueden destacar?

Existe en el Guainía una representación del gobierno estatal que no trabaja para la mayoría sino para una minoría, y precisamente eso es lo que nos ha venido afectado, porque no existen unas políticas para atender la problemática social, económica y política de nuestros pueblos. En el guanina tenemos varias organizaciones, esta el CRIGUA 1 que es la organización regional, pero también trabajamos por zonas donde están las organizaciones zonales, que operan por el rió Guaviare, Inírida y el río Guainía. Como elementos positivos destacamos el trabajo que han venido realizando las organizaciones zonales con respecto a los planes de vida, en este caso el pueblo Curripaco ha avanzado mucho en ese trabajo y por el sector de río Guaviare también han hecho un buen intento, un buen ejercicio. Con respecto al río Inírida, que es donde vive el pueblo Puinave, estamos en la etapa de diagnostico, de concertación, de sensibilización y de información a las bases.

¿En materia de etnoeducación, salud propia y medio ambiente, qué avances han tenido las comunidades del Putumayo?

En materia de etnoeducación hay avances muy importantes en la zona de los ríos Guaviare, Guainía e Inírida. Quiero destacar el trabajo de los docentes indígenas pertenecientes a cada uno de estos pueblos, que vienen haciendo un ejercicio muy práctico en las escuelas para articular, dentro de los currículos, la práctica de nuestros conocimientos propios. Me parece un buen avance, y destaco la participación de los docentes que nos han venido acompañando en este ejercicio.

La atención en salud es muy deficiente. Operan unas EPS, Selva Salud EPS (Putumayo), CAPRECOM y últimamente MAYAMAS EPS, que opera en Pasto. Realmente el plan de salud que ellos han promovido no corresponde a las particularidades de nuestras comunidades y pienso que hay una falta de adecuación de esos programas a nuestros usos y costumbres, que es lo que hemos solicitado y comunicado al Gobierno y al Ministerio de Salud y Protección Social.

En cuanto al medio ambiente, la relación como Puinave es integral; integral porque nuestra historia está ligada a nuestros sitios sagrados; también porque tenemos un amplio conocimiento de cómo vivir dentro de la naturaleza, esos conocimientos que han sido transmitidos por nuestros ancianos. Eso me parece que es fundamental para respetar y conservar la Amazonía.

Cómo dirigente indígena ¿qué significa estar al frente de todo un pueblo, de su causa y de su lucha?

Yo tengo una formación de líder desde hace doce años. Cuando se realizó la Asamblea Nacional Constituyente hice parte de las mesas de trabajo en cada una de las regiones y pude observar las inquietudes que tenia el movimiento indígena colombiano sobre cómo mostrarle al país esa diversidad cultural, y a partir de ahí empecé a trabajar como líder de base, y siempre he trabajado con líderes de base, acompañando las organizaciones, y también entendiendo que el país no conoce el pensamiento indígena, que al Estado le falta adecuar sus políticas. Nuestro trabajo se ha venido haciendo con el acompañamiento, no solamente de las comunidades, sino como también de algunos sectores de la academia que me han apoyado en la formación. Pienso que tengo el apoyo de las bases y creo que eso me ha permitido dar a conocer nuestra realidad.

¿Cuál es su mensaje para los pueblos indígenas de Colombia?

Mi mensaje es que es la hora de despojarnos de nuestros intereses particulares y mezquinos. Hago un llamado a la dirigencia nacional para que empecemos a colocar nuestros intereses sobre la mesa para que nuestro trabajo no se disperse. Yo creo que hoy más que nunca nuestros pueblos reclaman una unidad total, y creo que la división ha permitido que el Estado nos siga dividiendo y realmente los que quieren trabajar con las bases no están llegando efectivamente.

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