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Por: Laylor Vanessa García.

Como  televidente y ciudadana colombiana expreso la indignación frente al  programa de televisión Séptimo Día del Canal Caracol. El Reportaje trasmitido ayer, domingo 26 de julio, sobre la Justicia indígena, es irresponsable y carece de ética periodística. Además que confirma la relación y confabulación de estos medios privados de comunicación con sectores políticos, como el que representa la Senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia.

El amarillismo de Séptimo Día del Canal Caracol, no puede ser un referente para la opinión pública sobre temas tan importantes como el de la jurisdicción y la autonomía indígena en el país.  Este tipo de periodismo no ofrece a los televidentes elementos solidos de argumentación que permitan reflexionar e identificar el origen del problema de la administración de justicia en los territorios indígenas. Ya que la problemática de impunidad señalada en Séptimo Día, responde principalmente a la incapacidad del Estado colombiano para asumir el mandato constitucional de coordinar la jurisdicción ordinaria con la jurisdicción Indígena. (Artículo 246 de la Constitución Política) 

Ningún gobierno después de promulgarse la Constitución Política de 1991 ha asumido la coordinación de justicia con la seriedad y responsabilidad que se amerita. Instituciones como la Fiscalía de la Nación, ente investigativo, no tiene en su estructura organizativa un espacio que permita el tratamiento diferencial de los delitos. Preceptos de inferioridad y descalificación de la cultura indígena están arraigados en el Estado colombiano, razón por la que el sistema jurídico niega la posibilidad de fortalecer las autoridades indígenas. Además que es necesario señalar que los índices de impunidad  en la jurisdicción ordinaria, sobre delitos sexuales está por encima  del 80 % .

La impunidad y fracaso del sistema penal acusatorio Colombiano, es una realidad, como también la crisis de valores de la sociedad occidental. No hay que olvidar que es en el seno de la Religión  Católica  que se produjo el violador en serie, de menores de edad. Luis Alfredo Garavito. Otro caso para ejemplificar la crisis, es la violación a una menor de edad, por un soldado estadounidense. Solo estos dos casos señalan la incapacidad moral para hacer señalamientos racistas  en contra de la cultura indígena. 

Lo anterior señalado, apunta a que se equivocó la senadora Paloma Valencia, al insinuar que es necesaria la limitación de la autonomía y la jurisdicción especial indígena. Además que esta expresando la lógica totalitaria de la clase elite que ha gobernado por siempre al país. 

 Me urge comunicarle a la nieta del ex presidente  Guillermo León Valencia, que los y las colombianas tenemos la capacidad para construir criterios de análisis, y que la idea mas clara que trasmitió este reportaje es la peligrosa tendencia política del Centro Democrático, que se empecina en negar los derechos políticos de los pueblos indígenas, contribuyendo así al exterminio cultural de los pueblos indígenas. 

Así las cosas el debate político y social, que cobra vigencia hoy, es sobre la actual estructura de administración de justicia, teniéndose que revisar si esta responde a la pluriculturalidad del país. Ligado a esto debatir sobre las estrategias de la política pública para garantizar la pervivencia cultural. El avance en la formulación y ejecución de los Planes de vida y salvaguarda. Esta seria una agenda responsable de una prensa con ética profesional. 

Programas como Séptimo día del Canal Caracol contribuyen a la configuración de el exterminio cultural de los pueblos. Delito de lesa humanidad. Confirmándome una vez más el peligro social que representan los medios privados de comunicación.  Este programa de televisión, estoy segura provocará una álgido debate, sobre el racismo y el  papel de la prensa, en estos tiempos de paz y democracia.  

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