Bogotá, 17/08/2006. Después de que la muerte de 2 niños desplazados en la comunidad Wayúu de Wepiapaa, en el municipio de Dibulla, departamento de La Guajira, trascendiera a los medios de comunicación, el pasado 15 de agosto se llevó a cabo una reunión entre la comunidad y las entidades estatales del orden municipal y departamental, para encontrar mecanismos que permitan dar una pronta situación a la crisis humanitaria por que la atraviesa esta población. Se espera que el 25 de agosto, las 36 familias desplazadas tengan una respuesta definitiva sobre su reubicación. Ellos no quieren retornar al Alto San Jorge, lugar del que tuvieron que huir en octubre del 2005 por la desaparición de uno de sus líderes y la presencia paramilitar en esta región.

Según el cabildo wayúu de Wepiapaa, los compromisos más importantes adquiridos por las autoridades departamentales con la población desplazada, tienen que ver con la alimentación, la salud y la adquisición de tierras para su reubicación.

El cabildo indicó que “La Secretaría de Gobierno de La Guajira será la encargada de alquilar, mientras se logra la reubicación rural definitiva de la población en situación de desplazamiento, tierras en donde puedan vivir temporalmente y realizar las actividades agropecuarias que les garantice la seguridad alimentaria. Así mismo entregará las herramientas agrícolas básicas”.

Los compromisos

Uno de los acuerdos tiene que ver con el estado de salud de los menores. “El hospital de Dibulla se responsabilizará de hacerle un seguimiento nutricional permanente a toda la población infantil. Igualmente priorizará la atención de Los niños y niñas de la comunidad y facilitará una ambulancia para los traslados cuando se requiera”, informó el cabildo. Del mismo modo, señalaron que la Secretaría de Salud de Dibulla será la encargada de adelantar el saneamiento básico de los lugares en donde se concentra la población en situación de desplazamiento y la dirección regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) habilitará en la comunidad un “Hogar Fami” e implementará un comedor infantil hasta cubrir toda la población vulnerable y en riesgo.

Las autoridades indígenas afirmaron que “la Alcaldía de Dibulla se responsabilizará de entregar periódicamente a la población en situación de desplazamiento alimentos y víveres que contengan valor proteínico. A las secretarías de Educación y de Gobierno de La Guajira, les corresponderá la responsabilidad del nombramiento de maestros bilingües para los niños de la comunidad y la entrega de pupitres y el material básico para realizar una construcción provisional que haga las veces de escuela.

Por su parte, la dirección regional del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) quedó encargado de brindar capacitación a la comunidad, después de concertar con las autoridades indígenas los temas y las metodologías de enseñanza.

“La Defensoría del Pueblo Seccional y la Procuraduría Regional serán responsables de monitorear constantemente los compromisos adquiridos por la institucionalidad pública departamental y municipal. Estas entidades estatales serán las encargadas de oficiar a las instituciones y tomar las medidas a que haya lugar cuando incumplan o no cumplan satisfactoriamente con los compromisos adquiridos”, especialmente en lo que tiene que ver con el tema de la reubicación y la seguridad alimentaria, reveló el cabildo.

La comunidad sostuvo que la Secretaría de Asuntos Indígenas de La Guajira, será la encargada de dinamizar la coordinación interinstitucional, para atender las demandas y necesidades de la población Wayúu de Wepiapaa.

Esta información fue ratificada por la

Frente a la denuncia de abandono por parte de las autoridades locales y el gobierno departamental con esta población desplazada, afirmó que en la reunión se había hecho una revisión de los compromisos adquiridos y que estos se habían cumplido casi en su totalidad. “No es cierto que la comunidad no haya recibido apoyo alimentario o suministro de agua. Se demostró a través de actas que han venido recibiendo los alimentos. Aunque reconocemos que no todos los compromisos se han cumplido a cabalidad.”

Sin embargo, la comunidad y de diversas organizaciones, tienen otra mirada sobre la problemática.

Los hechos

La opinión pública conoció de la situación de los wayúu desplazados en la comunidad de Wepiapaa, corregimiento de Mingueo, jurisdicción del municipio de Dibulla (Guajira), después de que las autoridades indígenas informaran sobre la muerte de dos niños de su comunidad. El primero ellos, Mario Ipuana Ipuana de 2 años de edad, murió el 10 de agosto en el hospital de Dibulla. Según el acta de defunción, la causa asociada a la muerte fue la desnutrición. Dos días después, una niña de tan sólo tres meses de edad murió en el hospital de Riohacha.

Rodolfo Hernández, coordinador médico del hospital Santa Teresa Jesús, del municipio Dibulla, informó que en este momento se adelanta el análisis del caso del niño Mario Ipuana, para determinar las causas asociadas a su muerte. “Hicimos el comité, que en casos de muerte evitable se lleva cabo, para conocer lo factores que incidieron en el deceso, pero aún estamos pendientes de la investigación que arroje el estudio de campo”.

Según el cabildo de Wepiapaa “Los médicos reportaron que los fallecimientos de los dos menores sobrevinieron a causa de una bronconeumonía que se complicó debido a la desnutrición severa que padecían, lo que imposibilitó que los tratamientos surtieran el efecto esperado. En otras palabras, puede decirse con toda seguridad que la niña y el niño Wayúu murieron a causa del hambre que tuvieron que soportar desde el momento de su desplazamiento hace más de diez meses”.

Estos casos prendieron las alarmas sobre la crisis humanitaria de los wayúu desplazados en Wepiapaa, que según algunas organizaciones ha sido ignorada por las autoridades municipales, departamentales y en general, por el Estado.

“Hay que recordar que el 12 de julio de 2006 se desplazó hacia Wepiapaa una comisión interinstitucional conformada por entidades gubernamentales de los niveles nacional, departamental y municipal. Esta amplia y variada comisión interinstitucional pudo darse cuenta directamente de las difíciles condiciones de vida en que se encuentra la población desplazada de Wepiapaa y pudo tomar nota, sobre todo, de la profunda crisis alimentaria por la que está atravesando, ya que fue visible para todas las instituciones presentes que esta población estaba padeciendo de hambre. Sin embargo, transcurridos más de un mes desde que se realizó esta visita, y a pesar de la profundización de la crisis alimentaria, todavía no se han tomado medidas ni se han definido propuestas para resolver la problemática de la población desplazada de Wepiapaa”, denunció el cabildo de Wepiapaa, el domingo 13 de agosto. Al lunes siguiente les entregaron 36 mercados, un carrotanque de agua, y se les brindó atención en salud y alimentación. El martes se llevó a cabo la reunión en la que se acordaron los compromisos para su reubicación.

“Aunque algunas de las entidades manifestaron su molestia por las denuncias que hicimos, no teníamos otra opción, no podemos permitir que mueran nuestros niños y que nuestros compañeros sigan en estas condiciones. Esta reunión ha sido muy importante porque ahora van a estar más pendientes de la comunidad, del suministro de los medicamentos, del saneamiento básico, de mejorar la alimentación y poner a los niños y mujeres las mujeres embarazadas en control”, sostuvo Arelys Beatriz Ojeda Jarariyú, líder de la comunidad y representante legal del cabildo de Wepiapaa.