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El próximo sábado arranca desde la ciudad de Quibdó hasta el municipio de Turbo por el río Atrato un viaje que congrega a las principales organizaciones sociales y comunitarias del departamento del Chocó, denominado Por un buen trato en el río Atrato, el cual busca sensibilizar a la sociedad colombiana, a las autoridades y al gobierno nacional sobre la compleja situación humanitaria que viven a diario las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas de la cuenca del Atrato, sometida desde hace más de siete años a una fuerte presión por parte de los distintos actores armados.

El recorrido, proyectado para que culmine el viernes 21 de noviembre, también busca llamar la atención para que se adopten las medidas necesarias para restablecer dinámicas fundamentales para las distintas comunidades que se asientan a lo largo de la ribera, especialmente la relacionada con el transporte fluvial, garantizando la libre movilización de los pueblos indígenas y afrodescendientes a través de toda la cuenca.

“No es un viaje para reivindicar el dolor. Es para exorcizarlo. Es un viaje para reconocer que los colores de la esperanza y las realizaciones son todos los colores, y no sólo verde, que es pluricultural, que tiene millones de voces y el doble de oyentes. Por ello, el 16 de noviembre, en lanchas y botes, más de mil personas de las diferentes etnias, saldremos a las 6 de la mañana de la ciudad de Quibdó. A 2 horas haremos nuestra primera parada en Tanguí donde recientemente fue asesinado uno de sus líderes. Pasaremos por Beté y en la tarde pernoctaremos en Tagachí, donde inauguraremos un centro humanitario”, manifiestan las distintas entidades convocantes, entre las cuales se encuentran la Organización regional Emberá Waunaan (OREWA), el Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato  (COCOMACIA), la Propuesta Organizativa de las Comunidades Negras del Bajo Atrato, la Diócesis de Quibdó y la Diócesis de Apartadó.

Ruta a seguir

De acuerdo con la programación establecida, el recorrido llegaría inicialmente a Buchadó, lugar donde se halla uno de los distintos centros humanitarios montados por la OREWA y por HACIA, como respuesta de las comunidades para evitar los desplazamientos hacia Quibdó, “donde el abandono estatal los ha colocado casi en situación de indigencia”. En Buchadó, se rendirá homenaje a los muertos de la tragedia de Bojayá, además de volverle a recordar al gobierno cumplir los compromisos adquiridos tras la masacre.

Para el 18 de noviembre, el viaje llegará al municipio antioqueño de Murindó, donde “una comisión saldrá para expresar su solidaridad y escuchar a las personas que pueblan el brazo de Montaño (Napipí, Opogadó, Isla de los Palacios, Montaño) donde actualmente se realizan combates entre la guerrilla y los paramilitares; las comunidades una vez más están en medio del fuego cruzado. Sobre el brazo de Murindó inauguraremos otro centro humanitario ubicado en la Isla de los Rojas. El acto en Murindó será contra el bloqueo económico y contra la estigmatización a que está siendo sometida el conjunto de la población; se hará memoria del cuarto aniversario del martirio del padre Jorge Luis Mazo y del cooperante vasco Iñigo Egiluz Tellería”.

Al día siguiente el recorrido llegará a Curbaradó, cabecera municipal de El Carmen del Darién, “donde reivindicaremos la biodiversidad y rechazaremos los monocultivos que generan más pobreza y etnocidio. Recordamos que más del 60% de sus comunidades rurales están desplazadas. Ya en Riosucio, corazón del bajo Atrato, nos solidarizaremos con las comunidades desplazadas de todas las cuencas del Bajo Atrato. Queremos llamar la atención sobre la explotación irracional de la madera y los monocultivos de Palma Aceitera. Recordaremos a los más de 15 jóvenes indígenas y negros suicidados en los últimos meses a causa de la presión del conflicto armado y animaremos el retorno hacia la zona rural de este municipio”.  

El 20 de noviembre, el recorrido se detendrá en Puente América, bocas del río Cacarica, donde tendrá lugar un encuentro con delegaciones y pobladores de Turbo, “quienes nos acompañarán en el puerto, con la prueba de que sí podrá ser posible con el concurso de los amantes de la paz romper un bloqueo de 7 años”. La jornada culminará con una ceremonia religiosa.

Para el último día en el municipio de Turbo, se espera la presencia del alto gobierno, delegados de otros gobiernos y de las organizaciones sociales y comunitarias para buscar compromisos que hagan posible el desbloqueo del río Atrato, así como el desarrollo de acciones tendientes al restablecimiento de la vida social y económica de la cuenca del río.

“¿Vamos a dejar que el mundo se pierda el poder de las historias pequeñas llenas de colores con moralejas para gobernantes y desgobernados? Recuerden que los árboles son nuestros edificios, los peces son nuestros carros y las aves nuestros aviones. Entre ellos habitamos. Tenemos la certeza de que falta sólo la armonía humana. Verán que seremos felices”, puntualizaron los organizadores.

Para mayor información Equipo Misionero Vida, Justicia y Paz

Ursula Holzapfel Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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