Una de las ventajas estratégicas a la hora de construir nuevas empresas en un mundo globalizado lo constituyen las políticas ambientales de los países que permiten incursionar a industrias que con el tiempo se perfilan dentro de los nuevos mercados verdes.
Ninguna empresa hoy día puede dejar de lado el cuidado del medio ambiente ya que los mismos consumidores hoy ejercen presiones para que los productores se mantengan en el mercado y se respete el componente ambiental a la hora de tomar decisiones de consumo.
En el caso de Colombia cada día se toma más conciencia de la importancia de implantar tecnologías limpias que permitan el reciclaje. La reconversión de las industrias contaminantes ha comenzado su marcha y ya se conocen los altos beneficios de algunas que aprovechan sus recursos y permiten la transformación de materiales usados. O como en el caso del trasporte masivo que han permitido bajar en un alto porcentaje la contaminación en Bogotá hasta en un 30% donde la polución estaba afectando la salud de miles de bogotanos.
Nadie sabe a ciencia cierta cuanto cuesta la basura, pero en el caso de nuestro país se tiene un estimativo de que más de 350.000 familias hoy viven del reciclaje en las principales ciudades y producen millonarias ganancias a industrias que han acomodado su producción economizando importantes recursos.
Aunque en el país se recicla tan solo un 10% de la totalidad de la basura, estimada en 27.300 toneladas diarias como lo señaló el senador Juan Gómez Martínez durante el debate en la Comisión Quinta del Senado sobre residuos sólidos y disposición final realizado está semana, Ya importantes industrias han comenzado a patrocinar el reciclaje de sus productos . Colombia tiene que entrar en la onda del reciclaje en la fuente y tomar ejemplo de países como Japón y Alemania donde existen políticas que hoy permiten la recolección diversificada de papel, residuos orgánicos, plásticos y vidrios que permiten mejorar la disposición final de las basuras y amplían el tiempo de vida de los rellenos sanitarios.
Colombia está en mora de producir una ley de ahorro de energía y de incentivar el uso de tecnologías energéticas limpias a través de la biomasa y la energía geotérmica, pero para eso se tiene que hacer un estudio serio de donde están los recursos, saber en que cantidad y como se pueden usar.
Para nadie es un secreto que las industrias nacionales que quieran competir en un mercado globalizado tendrán que asumir políticas serias para enfrentar las exigencias de los consumidores que prefieren pagar unos dólares de más y hacerse con un producto amigable con el ambiente. Es así como mercados de Japón hoy reciben un alto porcentaje de la producción de café orgánico cosechado por los indígenas Kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta y pagan un Valor agregado que le ha permitido ala federación sortear los bajos precios del grano en el mercado internacional.
Es tan buen negocio apuntarle a la producción limpia, que en el país las empresas que han comprendido el reto, se han liberado de pagar miles de millones de pesos durante los últimos años favoreciéndose de los incentivos tributarios relacionados con las exenciones del IVA .
Es el momento de la reconversión de las industrias contaminantes, antes que se abran los grandes mercados y las certificaciones de productos nos marginen de los jugosos negocios. Pero a la par con la reconversión, también se tiene que reglamentar y dignificar el trabajo que adelantan miles de familias que hoy viven del reciclaje y le aportan a la industria incalculables sumas de dinero.
*Senador de la República
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