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la Minga se concentra otra vez en La María, para esperar que Álvaro Uribe Vélez, jefe de gobierno, le de la cara y se presente al debate público con los pueblos indígenas y sectores populares el próximo domingo 2 de Noviembre.

No tendría porqué haberla, la minga es el camino, es “el levantamiento moral, ético y pacífico de un pueblo ante un gobierno ilegítimo”, señaló la ONIC.

Ahora la Minga camina la palabra. Mientras autoridades, dirigentes y comunidades indígenas permanecen en Asamblea Permanente, otro grupo de líderes camina la palabra en universidades, en entidades públicas y privadas, en el Parlamento Europeo, en Naciones Unidas, en sedes de los sindicatos, en “entidades amigas”  y en muchos recintos y espacios urbanos y rurales, y si es preciso en cualquier parte del Universo.

¿Cómo lo hacen?

A través de conferencias, foros, conversatorios… a través de imágenes, audios y vídeos, que muestran cómo la policía disparó “sin piedad” contra los indígenas. Son pruebas recopiladas por los indígenas que dan cuenta de los desmanes de la fuerza pública y desmienten las afirmaciones públicas del presidente y otros voceros del gobierno.

Son varios videos e imágenes duras que muestran cómo agonizan los heridos en los hospitales y cómo en varios casos algunos indígenas quedarán lesionados de por vida.

Pero la minga “camina la palabra con ideas, con argumentos, con propuestas, con mucho respeto, con pacifismo y con pruebas contundentes que no corroboran para nada las mentiras del Gobierno y algunos medios de comunicación”, dijo Rafael Coicué, en un conversatorio con unas 200 personas en Bogotá, el pasado 30 de octubre.

Efectivamente el video y las pruebas contradicen las versiones del Presidente Álvaro Uribe y algunos de sus ministros. Mientras Uribe sale a defender a “los angelitos” del ESMAD y a la fuerza pública en general, el video muestra como los militare disparaban, no unos disparos al aire, sino fuego nutrido y de frente a las comunidades en minga.

También se puede observar cómo entre los militares andaba no un civil sino varios, y algunos encapuchados. Se ve cómo también los efectivos de la fuerza pública portaban machetes, pero sobre todo el odio en su corazón y el sentimiento racista que alimentaba sus acciones contra los indígenas.     

Un persistente de la resistencia pacífica camina la palabra

Don Rafa Coicué, como le dicen con aprecio sus hermanos del pueblo nasa, es un una persona incansable en la lucha de resistencia pacífica y reivindicación de sus derechos, al igual que lo han hecho miles de indígenas colombianos. Es un sobreviviente de la masacre del Nilo donde murieron 21 indígenas de su etnia, â€œcurado” y constante en la liberación de la Madre Tierra. Hace apenas un par de meses perdió uno de sus ojos, impactado por unas esquirlas de un arma de largo alcance. 

Esto le sucedió mientras transitaba por las vías del norte del Cuaca -entre los municipios de Caloto y Santander de Quilichao-. La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN, responsabilizó al ESMAD de la Policía, pues sus hombres se encontraban disparando muy cerca de donde pasaba Coicué.

Lo que no ha perdido don Rafa, carismático hombre, es la visión de su cultura. Él sabe muy bien cuál es la responsabilidad que tiene que asumir y la magnitud de su compromiso le anima a seguir. Ahora su misión es caminar la palabra para dar a conocer “esta serie de agresiones contra los pueblos indígenas”, y el objetivo de la minga para incluir otros sectores como los sindicatos, los corteros, los educadores, camioneros… “Ellos tienen un espacio dentro de la Minga, porque esto no es sólo de los pueblos indígenas, es de todos”.

El dolor indígena

No ha sido fácil para don Rafa, ni para los pueblos indígenas, ver morir a su hermanos o verlos heridos, o mutilados; “eso duele y duele de verdad, duele en el alma”, lo dijo Coicué, pero también lo han expresado muchos indígenas y las valientes mujeres nasas, muchos ancianos, las emberas lo han dicho… 

Pero lo que más duele es la hipnotización de una buena parte del pueblo colombiano, que se ha dejado embaucar y desinformar. “La estrategia del presidente Uribe y su gobierno es la desinformación. Han dicho que las FARC están infiltrando la Minga y con esto han justificado las agresiones y desmanes de la fuerza pública para reprimir la minga. ¡Y lo han logrado!: tenemos muertos, más de 100 heridos, unos 20 compañeros que quedarán lisiados de por vida… El hombre se queda en silencio, unos 30 segundos, luego se pone la mano en el corazón y dice: esto duele, le duele a uno…”

Coicué resalto el apoyo internacional, lo consideró fundamental, clave en este momento trascendental para los pueblos indígenas. Valoró que los ojos del mundo estén puestos en Colombia: el Parlamento Europeo, Amnistía Internacional, Naciones Unidas, grandes sindicatos de Estados Unidos -como el del acero por ejemplo-, Bolivia y todo el movimiento indígena de América.

A nivel Nacional Coicué y la ONIC agradecieron el apoyo de todos los sectores sociales, entidades amigas, sindicatos, los corteros de caña, campesinos, afrocolombianos, algunos medios de comunicación, especialmente los alternativos, y agradecieron también a algunos medios internacionales como CNN, entre otros.

Los indígenas dijeron que la Minga continúa y que la reunión del próximo domingo con Uribe es un paso más, pero la minga sigue. “Continúa porque no estamos negociando nada, estamos en minga por los incumplimientos del gobierno”, afirmó Gañan de la ONIC. 

Por su parte Coicué  concluyó, “se acumula la solidaridad, la mirada del mundo está puesta en la Colombia indígena y social”. Pero planteó que es necesario mirar como “entre todos” empezamos a fortalecer la dinámica de la minga.

¿Cómo nos comprometemos, qué podemos aportar? ¿Somos capaces de continuar esto? La minga continúa...”.  

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