En entrevista con Carmen Berenguer evoca sus influencias: "Crecí literariamente con las obras maestras de los autores mayores en Chile, cada uno ingresa de maneras diversas en mis textos, en Ruinas las citas de Huidobro se incorporaron requeridas por su ácida lectura sobre el provincianismo chileno (...) Leo toda la poesía contemporánea, pues es riquísima, le nombraré algunos en los que me he detenido: Marosa di Giorgio, del Uruguay; Juan Luis Martínez, de Chile; Adrienne Rich, de Estados Unidos; Tamara Kamenszain, de Argentina y José Emilio Pacheco, de México.
Por último, la autora de: Bobby Sands desfallece en el muro (1983); Huellas de siglo (1986); A media asta (1988); Sayal de pieles (1993); Naciste pintada (1999); La gran hablada (2002); Mama Marx (Lom, 2006) y Las razones de mi vida (2008); habla de su identidad mapuche y el respeto que siente por Neruda (el 10 de diciembre de 1971, recibió el Nobel de Literatura); consecuentemente, Carmen Berenguer hizo un desagravio poético contra quienes administran el legado de Neruda y en su nombre criminalizan al pueblo mapuche.
MC- Rubem Fonseca aseguró en la Feria del Libro de Guadalajara: "Los escritores debemos decir lo que está prohibido". ¿Por qué su poesía representa una voz contra la injusticia? háblenos de lo que vivió en los conventillos durante la dictadura de Pinochet...
CB- Estoy conciente que en Chile seguimos regidos por la Constitución de Pinochet, la cual justificaba toda clase de atropellos a los derechos humanos, a la libertad de expresión y en las bases de la Concertación estaba cambiarla. Todos los espacios asignados a la pobreza han tenido su justificación en la historia del pueblo chileno. Los conventillos pertenecen a una pobreza encubierta en cuartos o piezas, y los famosos conventillos ubicados en cités empobrecidos en el Santiago de los años 50 y hasta la década de 1960, así es que yo hablo de las transformaciones sociales y en cada época en la urbe. En mi infancia viví en un cité, luego nos trasladamos a la pieza y más tarde a una casa arrendada. Mientras en Santiago la ciudad crecía a su alrededor, primero en callampas y luego en poblaciones y bloques. Ya para ello, la construcción se hizo un imperativo social alcanzado por las manifestaciones sociales y sindicales. Así es que cuando hablo del conventillo es un recuerdo de infancia que no se olvida nunca.
MC- ¿Qué problemática enfrenta una mujer en el siglo XXI chilensis? Háblenos de los misóginos y prejuicios en la literatura nacional...
CB- Hemos avanzado y retrocedido como toda lucha social, la democracia chilena es deficiente aún en el salario de la mujer que sigue siendo menor que el que recibe un hombre, el cuerpo de la mujer es regido por el conservadurismo imperante entre la oposición y la iglesia católica que sigue teniendo una enorme ingerencia moral, como la pastilla del día después que el gobierno de la presidenta Bachelet intentó ponerlo al alcance de los consultorios en poblaciones periféricas. El Opus Dei dentro de la iglesia católica ha alcanzado gran poder en Chile, lograron derogar esa ley. El tema del aborto es un tema complejo y se debate entre el bien y el mal. La violencia intrafamiliar que es un tema de este gobierno, en el que las cifras de violencia y asesinato contra las mujeres -55 crímenes en 2008- es una cifra considerable, superior al año pasado. En el espacio cultural específicamente en el arte y la literatura, la mujer se ha perfilado un espacio, pero falta derribar prejuicios. En un siglo, sólo tres escritoras han obtenido el Premio Nacional, baste recordar que a Gabriela Mistral se lo dieron después del Nobel.
MC- Después de la euforia y celebración. ¿Qué piensa de su primer Premio Internacional? ¿Escribirá un poema sobre lo vivido aquella madrugada del 14 de marzo? ¿Le gustaría llevarse el Nacional de Literatura 2012?
CB- No tuve tiempo ni para la euforia, ni hubo celebración, pues las calumnias e infamias que se inventaron públicamente no dieron tregua. Creo que no hay precedentes desde Gabriela Mistral. No sólo escribiré un poema, sino un libro entero de vivir la experiencia de una mujer que recibe un Premio Iberoamericano de poesía en el Chile actual. Así es que si llegara a obtener el Nacional de Literatura 2012, tal vez deba vivir el exilio en Chile.
MC- El 14 de marzo, Pedro Lemebel dijo: "son otras escrituras las que se premian, son otras voces, otros sentires, y también otros malabarismos de la lengua iletrada" y Carlos Monsiváis -como parte del Jurado- declaró: "encontré una escritura contra el lenguaje establecido". ¿Cómo sostener el equilibrio entre el canon académico y la poesía libre?
CB- Lo dije en el discurso, me siento en una lengua ajena en el imperativo de la tradición. Vivimos regidos bajo el imperio de la vigilancia global, al menos en la letra que ha entrado con sangre y reglas desde la colonia, esa lengua trabada intenta desalojar la tiranía del canon imperial, entonces las formas y los léxicos quieren en mi escritura desasirse de esta lengua y ¡qué diablos! Es infinita su belleza, que en su interior expresan la misma traba, diciendo la falta, la mudez, lo sucio, lo feo y el ruido en su fondo. La poesía poco tiene que ver con la academia, salvo para estudiarla. Ahora yo soy lectora, de lo contrario no podría escribir, entonces enseño a leer textos en mis talleres.
MC- De las invitaciones que recibió por parte de universidades en los Estados Unidos ¿había un interés particular en asistir a Berkley? ¿Por los Beats? ¿Por la comunidad chilena exiliada en California?
CB- Yo viví 7 años en Estados Unidos, la primera vez en medio de todo el movimiento radical norteamericano. La segunda vez viví un autoexilio, trabajando en el Comité Chileno Antifacista de New York; establecí profundos lazos con amigos y amigas radicales norteamericanas, estudiantes en aquellos años en Columbia University. Admiro mucho a los Beats, como precursores de una conciencia crítica al sistema establecido en los 70. Soy muy admiradora de la literatura norteamericana, por ejemplo de: Gertrude Stein, especialmente su poema: "Poesía Patriarcal"; de Lola Ridge, la primera poeta que escribió poesía urbana de New York -"The Ghetto"- en el año 1941; y de Phyllis Wheatley -1753- la primera poeta que llegó como esclava y vendida a una familia blanca. Leí mucha poesía norteamericana, en esa época, al mismo tiempo que leía el boom latinoamericano en Iowa. De esa manera conocí ambos espacios literarios de una forma más profunda.
MC- 2008, a 190 años del nacimiento de Marx y a 125 años de su muerte. ¿El marxismo y la educación se maman? ¿Por qué Mama Marx?
CB- En 1987, entré a estudiar Filosofía y su premisa consistía en la formación de pensadores latinoamericanos, la orientación era marxista, y me tocó estudiar a Marx, el materialismo histórico, paralelamente estaba leyendo muy entusiasmada a Michel Foucault: "La historia de la Locura", "El orden del discurso" y "Castigar y Vigilar" como puede ver, sentí la necesidad de guiarme por mi intuición y me retiré de la filosofía para continuar leyendo lo que hacía clic en mi cabeza. A partir de lecturas del posmarxismo -Jameson- y el posmodernismo de -Lyotard-, tal como usted hace la pregunta: "Se mama la educación" o nos mamaron la utopía a la chilena, pero las cosas son más sencillas, tal vez hice una síntesis poética entre una tela floreada y los pañuelos blancos de las viudas y madres de la Plaza de Mayo.
MC- Con el anuncio del Premio Neruda, El Mercurio "editó" importantes declaraciones, cuando usted asume su identidad de mujer mapuche. ¿Por qué el gobierno chileno, los latifundistas y las trasnacionales aplican una legislación antiterrorista contra la comunidad mapuche?
CB- Imagino que la pregunta usted se la dirige al gobierno, pues lo que dije al describir mis pómulos altos es que provenimos del pueblo mapuche y que debemos respetar la lengua originaria, como nuestra lengua inicial y marcada por la violencia del conquistador. Y lo hice en el contexto de La Chascona. Tampoco apelo a una supuesta pureza esencialista sino a una lengua mestiza, que no olvida su origen. Esa y no otra es mi escritura impura, marcada por la regla del léxico colonial donde subyace la lengua arrasada.
MC- Finalmente, estoy agradecido por su distanciamiento con Juan Agustín Figueroa y la Fundación Neruda en el discurso ante la presidenta Bachelet. ¿Pensó en rechazar el diploma y no asistir a la ceremonia oficial del Premio Neruda 2008?
CB- El premio es la más alta distinción que se le confiere a un poeta por el Estado de chile. A pesar de la distancia que tengo con la Concertación, por no haberse deslindado del modelo neoliberal impuesto por los Chicago boys y el dictador Pinochet, modelo que ha dejado en suspenso la idea de bienestar. En este último período del Premio Neruda, fue entregado por la primera mujer presidenta de la República -Michele Bachelet- y ni por nada en el mundo dejaría de asistir a recibirlo; Michele Bachelet ha sido muy maltratada en Chile, sólo por ser mujer. Le vuelvo a decir, el Premio Neruda fue creado por el Ministro de Cultura en el gobierno de Ricardo Lagos, es un premio del Estado chileno. La Fundación Pablo Neruda otorga un premio de poesía a escritores menores de 40 años y es local. Este Premio Neruda es Internacional. Es deplorable que se haya judicializado el movimiento mapuche; al mismo tiempo, soy muy respetuosa de la organización de lucha que lleva a cabo el movimiento indígena Mapuche Huilliche en Chile.
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