Antiguamente la serpiente era gente. Una pareja que sólo tenía hijas, decidieron ir a trabajar arriba en el río. Se fueron río arriba hasta que encontraron tierra virgen que daba buen cultivo.
El hombre dijo a su familia: aquí nos vamos a quedar a vivir, a trabajar. El hombre empezó a hacer su tambo, y cuando terminó dijo: ahora vamos a rozar monte. Cuando terminó de rozar empezó a tumbar los palos al suelo; mientras tanto la mujer estaba en el tambo sola con sus hijas. Cuando llega la cosecha, el hombre se va hacer otros trabajos y la mujer se encarga de la casa con sus hijas. Ya las hijas eran jóvenes y bonitas.
Un día apareció un hombre alto, delgado y pintado de jagua, con la nariz medio planchona** y se enamoró con una de ellas y empezaron a acercarse, cada día más cerca, ocultamente de los papas de la muchacha. Ése era la culebra. La culebra empezó a gatear a la muchacha, empezaron a tener relaciones permanentes como personas. El hombre sólo venía a dormir donde la muchacha, de día no se veía quién era: Fueron pasando los meses y la muchacha quedó en cinta.
Se sintió ella en embarazo y le dijo al Nemkhor o culebra que por qué no se presentaba ante la mamá y el papá, porque cuando me empiece a crecer la barriga ¿qué le voy a decir a mis papás?
Entonces la culebra, que es el marido, le contestó: yo no me puedo dejar ver de su papá porque el día que me vea, ése su papá me va a matar. En ese momento la muchacha se dio cuenta que él no era persona, pero ella siguió con él, con la culebra.
La culebra dijo a la muchacha: yo no vivo lejos, vivo aquí no más, por eso me doy cuenta de todo lo que hablan, porque vivo aquí no más, antes écheme más leña encima, cuando le den los dolores de parto váyase por aquí, para abajo no más viven mis padres, puede ser de noche o de día que mi mamá la atenderá a usted, pero primero al llegar grite duro.
Contesta la muchacha: ¿y por quién grito? Dice la culebra: no tiene que gritar por nombre, simplemente tiene que decir . A la tercera vez que grite ella va a salir.
Un día el papá de la muchacha madrugó al trabajo, a las cinco de la mañana, alcanzando a ver a una persona salir del toldillo de su hija. Se metió debajo de la casa y de allí no salió más, así fue que el papá quedó con una duda.
Al día siguiente dijo el papá dijo a la mujer y a las hijas: desde ahora no amontonen más leña debajo de la casa, esta hija mía no hace más que cortar leña, ahora yo voy a sacar toda esa leña para afuera porque esa leña se está pudriendo y por debajo hasta debe haber culebra.
Cuando el viejo sacó la leña debajo de la casa encontró bien enredada a la culebra. Entonces cogió un garrote y la mató. La muchacha cuando vio que el papá arrastraba la culebra para botarla se quedó triste y pensativa.
Ya los papás de la muchacha sabían que la hija tenía embarazo de un animal. Tres días después, en horas de la noche, empezaron a darle los dolores del parto, ya los papás se habían acostado y ella hizo como le había dicho la culebra antes de que el suegro la matara.
Esa noche en la oscuridad cogió el camino de para abajo, llegó a la parte que le había dicho el difunto culebra y empezó a gritar . Salió la mamá de la culebra de una raíz donde había unos palos tumbados, de allá salió ella y contestó: si mija, ya vas a tener a mis nietecitos del difunto de mi hijo, vea encarámese en la rama de ese árbol.
La muchacha se encaramó y empezaron a salir de diferentes colores de culebras, negras, amarillas, verdes, rojas, pintadas, y la abuela recibió a los nietos. Cuando terminó de parir la muchacha ahí mismo bajó y se limpió. La mamá de la culebra le dijo: cuando usted quiera ver a sus hijos pase por aquí, yo con mucho gusto le muestro a sus hijos.
La muchacha se vino muy rápido para su casa con mucho miedo. Al otro día estaba como enferma y el papá le preguntó: hija ¿qué le pasó a usted que está tirada, que hizo con la barriga? La muchacha contestó al papá: anoche perdí bastante sangre, hasta botaba troncos, seguramente era brujería. Desde entonces, más nunca pasaban las muchachas por ese lugar porque les daba pánico.
Por eso los Waunaan no deben tener las hijas jóvenes solas por mucho tiempo ni deben tener arrumes de leña debajo de la casa.
* Nemkhor: En lengua Waunaan significa serpiente.
** Planchona: Nariz chata.
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