La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida". Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) Escritor español.
Organizaciones sociales, y organismos Internacionales han declarado que los miembros de comunidades afrocolombianas del paz-ifico siguen siendo una de las principales víctimas de abusos contra los derechos humanos.
Según los organismos de derechos humanos: "los han masacrado y aterrorizado, los han expulsado de sus tierras ancestrales, se han visto atrapados en amargos conflictos armados y políticos y no han recibido ninguna clase de reconocimiento por parte del estado por los abusos sufridos".
Las comunidades afro colombianas se ven atrapadas en el fuego cruzado entre las tropas del gobierno y los grupos insurgentes, las vendettas de los narcos y de los insurgentes, tal como se ha visto reflejado en acciones como las de mayo de 2002, donde fueron masacrados más de 119 afrocolombianos en Bojayá. Después de esa barbarie, vendría el impacto de los bloqueos económicos o de movimiento, llevados a cabo por los grupos armados en los municipios de Vigía del Fuerte, Quibdó y Tanguí, en el Choco.
Barbaries que han afectado a toda la región, que han llevado a que comunidades enteras se encuentren hoy en situación de desplazamiento, como lo ocurrido en el municipio del Charco, costa Pacífica del departamento de Nariño. Donde según la personería municipal, se registró un desplazamiento de 1.324 familias; estos, sin contar los múltiples homicidios bajo la tan cuestionada figura de los falsos positivos, donde simulan delitos que nunca existieron, a fin de promover la horrenda y cruel lógica de la guerra, que forman parte de una situación generalizada de graves violaciones de derechos humanos, en las que centenares de habitantes de la region paz-ifica fueron, son y seguirán siendo ejecutados extrajudicialmente y decenas de miles fueron, son y seguirán siendo despropiados por la avaricia de los "poderosos" que en muchos casos cuentan con el patrocinio del gobierno.
En tal sentido, al cumplirse 158 años de la supuesta abolición legal de la esclavitud, quienes integramos la mesa humanitaria de jóvenes del paz-ifico, vemos con gran preocupación, ya que casos como los antes mencionados, en que los culpables de homicidios, secuestros, desplazamientos, emplazamientos y torturas de afrocolombianos quedan impune, nos deja una terrible sensación y entrever el poco compromiso del estado y de las entidades encargadas de impartir justicia, en hacer valederos los derechos de los afrocolombianos.
La discriminación y la violencia estructural a la que nos han sometido, hace que los territorios ocupados por afrocolombianos sean más vulnerables a los abusos que a otros sectores de la sociedad. Los prejuicios raciales también provocan una falta de respeto oficial por nuestras vidas y nuestra cultura.
En las comunidades afrocolombianas o en efecto para cualquier afrocolombiano, donde quiera que se encuentre en Colombia, el control policial es muchas veces extralimitado. Aunque se han puesto en conocimiento de las autoridades jerárquicas en numerosas ocasiones, los hostigamientos de la policía y detenciones arbitrarias no cesan, lo cual contribuye a la gran desproporción de la cifra de arrestos.
Ante este panorama, quienes integramos la mesa humanitaria de jóvenes del paz-ifico, hacemos un llamado a todas las organizaciones en partícular y a todos los descendientes de africanos esclavizados a resistir, que para nosotros la resistencia, no es más, que la realización del plan de vida a pesar del ataque y avance de los poderosos en medio de la guerra, hecho al cual nos han sucumbido, nuestra resistencia ha de emplear mecanismos novedosos, o adaptar otros.
"Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo".
Mesa humanitaria de jóvenes del paz-ifico
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