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(Santuario en el Curvaradó, Agosto de 2005). Iniciamos nuestra jornada desde tempranas horas, unos en la EucaristÃa, otros en el encuentro con la naturaleza otros en entrevistas, se escuchó en la Zona Humanitaria una canción de la memoria: “cada cual con su taburete, tiene un puesto y una misión†y luego a cada uno su Zarapa, es el almuerzo envuelto en hojas de plátano, alistar equipaje y echar a andar, la bendición ecuménica y el ritual indÃgena en personas o grupos. A caminar, a contemplar, nos esperaba el llanto y la esperanza
Y a las 8:30 a.m. partimos cruzamos el rÃo Jiguamiandó por segunda vez, los 101 Peregrinos, nos adentramos en la hermosa selva secundaria y en medio de los bosques primarios que hablan de la memoria, de la ancestralidad, del pasado y del presente y del futuro de la humanidad fuimos dejando atrás la Zona Humanitaria, pasamos por el antiguo caserÃo de “Nueva Esperanzaâ€. En ese lugar, memoria de la atrocidad, huellas no visitadas por la FiscalÃa, en donde se constata que la gente allà vivió, que hubo quemas, se observa la maleza que cubre el pasado, escuchamos las voces de la arquitectura en madera, de la platanera, de la cochera, del criadero de especies, los frutales caÃdos por el paso del tiempo, ellos hablaban de la existencia de un pueblo, ahora un pueblo sin alma. Pasamos por una mejora, en la que su habitante, en medio de una cruz improvisada que encabezaba la caminada expresó:â€esta tierra es nuestra, no está en venta, aquà ha estado nuestra vida, de aquà nos han querido sacar, nos atacaron los paramilitares muy temprano y nos hicieron pasar al otro lado del rÃo, pero nosotros queremos estar aquà de este lado, y no queremos la Palma, destruye nuestra vida y la de la humanidad†y decidió entonces colocar un letrero de madera. Y seguimos la caminada con los testigos, los nuevos profetas que aman el territorio y una cruz signo de la divinidad de la tierra y el cielo, de lo humano que es divino.
Poco a poco fuimos dejando la caÃda de cerro “Cara de Perroâ€, donde se encuentran minerales y riquezas aún inexploradas y que explican el interés de unos pocos de abrir carreteras con la estrategia paramilitar, de tomarse a sangre, a fuego o con ilegalidad, las mejoras de los afrodescendientes. Entre sombras, entre tenues luces, que el tejido de sombrar de las ramas dejaron colar, nos fuimos abriendo camino. Hacia muchos años, que los afrodescendientes, algunos 8 años desde el desplazamiento de 1.997 otros desde el desplazamiento del 2001 que no habÃan andado por ahÃ. Y poco a poco empezamos a percibir las trochas que se están abriendo, dicen, que por ahà se abrirán los nuevos canales, los nuevos caminos de las empresas, a donde ha llegado acompañados cuando no de las Fuerzas Militares como paramilitares.
Y de pronto, de la frescura selvática, luego de dos horas y media de camino, el sol empezó a aparecer más intenso, fuimos descubiertos en minutos por un paisaje distinto. Aguas transformadas un silencio desértico de superficie verde, sin animales, sin el canto de los pájaros, sin el vuelo de las mariposas, un horizonte sin encanto. Creación destruida, homogenizada la tierra, plantas similares, uniformes, en distancias precisas, el orden del “progreso†simulado con el uso de maleza orgánica, era la Palma. Naturaleza transformada en la que se encuentran los vestigios milenarios, árboles caÃdos de más de 30 a 40 metros de longitud, de 1 o 2 metros de diámetro, arrancados por grandes máquinas de hierro
Uno de los pobladores mostró con voz entrecortada los linderos de su finca, la que se ha sembrado sin su consentimiento con Palma, en la que sigue creciendo la palma. Uno de los peregrinos al terminar de recorrer la propiedad expresó entonces: “hasta aquà era su fincaâ€, el integrante del Consejo Comunitario aclaró: “no, es mi finca destruida por otros, pero es mi finca, hasta aquà es mi finca, y si he de morir por ella, por ella muero, por que Dios la dio para nuestra vida familiar y para el cuidado de la humanidad, y esto es de reparar.†Cercas, tumbadas, casas destruidas, toda una vida aniquilada por la “Palmaâ€
Horas y distancias interminables al rayo del sol, en medio de las implantaciones de palma, y llegamos a un camino transitado por carros de la empresa o por camiones militares. El desierto verde, la sensación dolorosa de estar pasando por la fetidez hecha por la criminalidad. Atravesando por un lugar donde los muertos están bajo tierra sin ser considerados vÃctimas del terror. Pasando por lugares que fueron habitados de alegrÃa e ingenuidad humana en los que existen los rasgos de caserÃos que no existen ya, porque su gente fue obligada a desplazarse. Sensación de estar pasando por un crematorio donde cada planta es la lápida negada de centenares de mujeres y de hombres a quiénes se les ha arrebatado su hábitat. Sensación de nuestra propia muerte, muerte de la humanidad sin aire fresco, sin olores distintos, sin cantos de pájaros, sin mariposas, sin miles de vidas, sin aguas cristalinas.
Y continuamos andando en el infierno verde, de pronto detrás como fantasmas, saliendo de la nada hombres del ejército salen de los rastrojos, y entonces no son necesarias las palabras, todos entendemos qué protegen y a quién protege. En menos de 8 años, los que fueron desplazados por la estrategia paramilitar conocida por la Brigada XVII, quiénes fueron reconocidos en el 2001 en ceremonia presidida por el Presidente de la República, son ahora los intrusos, los invasores, pues ellos ni pueden habitar sus tierras ni pueden transitar por aquÃ, porque de Territorio Colectivo se convirtió en Tierra Privada, custodiada y amparada por las fuerzas de la ley y la ilegalidad.
Nos acercamos a Caño Claro, nos encontramos con los signos de unas casetas quemadas, “eso fue quemado por la guerrilla hace poco, era un campamento de los trabajadores y de los empresarios†y muy cerca de ahà observamos un campamento militar, tampoco era necesario decir nada, todo era claro, estamos en una zona de conflicto armado, en una zona de un profundo conflicto social por la tierra, estamos con una población civil que en medio de eso, sin usar la fuerza, desde la fe en ellos, desde la hermandad construida afirman sus derechos a la vida y al Territorio.
Y seguimos andando, agotados, son ya casi cinco horas de camino, con nuestra carga a la espaldas y en medio del desierto verde llegamos al oasis, al lugar de la resiliencia, de la persistencia, de la espiritualidad en el Curvaradó, la mejora del patriarca Enrique Petro, el profeta de estos tiempos. Creyente, sin elucubraciones, de palabras diáfanas, frutales de primitivo, aguacate, maÃz, ganado, y las mariposas, la reina del pacÃfico vuelve aparecer, está como siempre, como ayer como hoy, como mañana. “Yo regrese a esta tierra que Dios me dio, Dios está conmigo. Dios está con nosotros. Después de ser desplazado, me han sembrado más de mis 90 hectáreas en palma, me he quedado en 30 que he cercado. Me han amenazado, me han señalado de guerrillero, pero en mi tierra, en mi mejora que es de Dios, no permito que se siembre palma. Me han amenazado, me han mentido, me han engañado, me han ofrecido plata pero no.
Atrás de la casa las aguas cristalinas de Caño Claro, las bellas melodÃas naturales, la frescura de los árboles y el profeta canta: “Si un ejército acampa contra mi, yo no le temeré por que Dios conmigo está†y sigue el salmo y vuelve el canto. Casi hipnotizados por su autoridad hacemos un cÃrculo, nos tomamos de la mano y sigue el canto y sigue la palabra: “Felices los que trabajan por la Justicia por ellos son los hijos de Dios. Felices los que trabajan por la paz porque ellos heredaran la tierraâ€
Y luego de las Zarapas abiertas, nuevamente a andar, nos regresamos a Caño Claro por donde están los cimientos del campamento de una empresa, caminamos hacia donde hace ocho años habitaron los pobladores de AndalucÃa en el Curvaradó. Llegamos allÃ, nos encontramos con un templo abandonado convertido en refugio de insumos para siembras o en establos, una casa pastoral convertida en hospedaje de forasteros, una escuelas hechas para el albergue de trabajadores de la palma, casas abandonadas marcadas con inscripciones de los paramilitares y militares, en un pueblo de desierto verde por todas partes, en el que se construye la agroindustria del olvido. De los desaparecidos, ni de los asesinados los forasteros hablan, solo existe el lenguaje del patrón, de la lealtad al olvido. Y nuevamente, como forma de estar juntos en el desierto, la palabra “Bienaventurados los desheredados por que de ellos será la Tierra†y en medio de esta parte del Territorio antes sagrada, ahora convertida en cueva de ladrones, un letrero en búsqueda de la comunión y de la reconciliación con la vida: “Dios ha dado este Territorio a los Habitantes ancestrales de AndalucÃa para que vivan en ellaâ€
Y otra vez de regreso al oasis, luego de la sabrosa cocina tejida con esperanza, la memoria, los nombres de algunas, de millares de vÃctimas de estas comunidades. En medio del la memoria oramos, cantamos, celebramos la vida. Con el sueño vino la lluvia, la fertilidad de la caminada, la fertilidad del Territorio, la fertilidad de la vida. Nadie quedó sin lugar. Un mismo sueño, en una tierra compartida para los pueblos del Mundo. Allà en la noche se consagró un santuario ecuménico y ecológico de la humanidad. La lluvia fue la bendición.
Peregrinos del Curvaradó
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El Consejo CÃvico de Organizaciones Populares e IndÃgenas de Honduras, ante la intención del gobierno y colegio médico de Honduras de retirar la Misión Médica Cubana de Honduras, obedeciendo a los intereses mas mezquinos y a las presiones de la potencia extranjera, que han causado enorme daño a nuestra patria a la comunidad local, nacional e internacional, comunica lo siguiente:
1. La Misión Médica Cubana, ha estado atendiendo la salud de los más pobres y Marginados de Honduras, atendiendo en lugares en los que jamás habÃan contado con la presencia de personal medico, lugares como Piraera, San Francisco de Opalaca, Camasca, Concepción, Santa Lucia y otros lugares en donde los médicos hondureños se han negado a asistir.
2. La presencia de la Misión Médica Cubana ha brindado atención de calidad a nuestro pueblo no solo por la formación cientÃfica de l@s médic@s sino también por su formación humana.
3. La presencia de la Misión Médica Cubana a significado la reducción de la mortalidad materno infantil en estas regiones postergadas de Honduras y al retirarse las brigadas de nuevo se incrementara la misma.
4. Condenamos la actitud del gobierno de la república y del colegio médico de Honduras, por ser injusta e inhumana responsabilizándolos desde ya por la desgracia y el abandono en que quedarán nuestras comunidades con la consecuencia del deterioro general de la salud.
5. Repudiamos la actitud servil del gobierno de la república al rechazar las becas que humanitariamente ofrece el gobierno y el pueblo cubano para que personas pobres de Honduras estudien medicina en Cuba, con el increÃble argumento de que YA NO SE NECESITAN MÉDICOS EN EL PAÃS.
6. No nos explicamos como AL ACTUAL GOBIERNO de la republica dirigido por Ricardo Maduro LE MOLESTE LA AYUDA HUMANITARIA DEL GOBIERNO Y EL PUEBLO DE CUBA y no le haya molestado y por el contrario HAYA TOLERADO Y COLABORADO CON LA PRESENCIA DEL TERRORISTA INTERNACIONAL LUIS POSADA CARRILES.
7. Anunciamos nuestra decisión de movilizarnos hasta lograr que se pare esta terrible injusticia cometida contra el pueblo de Honduras.
CON LA FUERZA ANCESTRAL
LEMPIRA
ICELACA
MOTA
y ETEMPICA
SE LEVANTAN NUESTRAS VOCES DE JUSTICIA, LIBERTAD Y PAZ.
COPINH
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El 3 de agosto del año 2004 las bandas paramilitares que operan en la SIERRA NEVADA DE SANTAMARTA, golpearon el corazón de la estructura polÃtica de la Organización IndÃgena Kankuama, cuando en plena luz del dÃa masacraron en las calles de Valledupar al compañero FREDY ARIAS ARIAS, quien se desempeñaba como coordinador del área de DH.
En una actitud desafiante y una clara demostración de que en este paÃs “ellos†pueden hacer y deshacer amparados en la aberrante impunidad, principal bastión del estado colombiano ya que este repudiable crimen lo consumaron en respuesta a la decisión de la Corte Interamericana de DH quien acababa de otorgar medidas provisionales a favor del pueblo IndÃgena Kankuamo ante las constantes violaciones a los derechos fundamentales de que es victima nuestra comunidad y las inminentes amenazas de apropiación de nuestros territorios derechos ancestrales y por ende contemplados en los Tratados Internacionales. Pero además los paramilitares básicamente pretendieron y aún persisten en silenciarnos, para imponer sus demagogas aspiraciones con la descarada complicidad de la clase politiquera y económica de la región, quienes pretenden extraer la biodiversidad de nuestros territorios, ya que FREDY en esos dÃas habÃa formulado enérgicas y muy pertinentes denuncias en un encuentro nacional de pueblos indÃgenas con presencia de instituciones representativas del gobierno nacional.
Estas circunstancias han permitido que la lamentable desaparición del compañero FREDY al igual que KIMI PERNIA DOMICO se haya convertido en otro reclamo multitudinario para el movimiento Nacional IndÃgena y que de acuerdo a la recién sancionada ley de justicia y paz del presidente Uribe no habrán investigaciones contundentes que nos permitan conocer la verdad y la reparación integral de nuestras vÃctimas.
Sin embargo las innumerables muestras de solidaridad hacia el pueblo Kankuamo no han cesado ante el inminente y nefasto exterminio en contra nuestra por el solo hecho de defender nuestros territorios para las futuras generaciones; los mas de 240 hermanos asesinados, 100 de ellos durante la polÃtica de seguridad democrática del presidente Uribe, reflejan esta inocultable realidad, sin embargo el estado colombiano en una forma perversa e infame pretende ocultar el inefable baño de sangre que nos invade y aterroriza; por ejemplo, cuando han tratado de atribuirle a la delincuencia común el vil asesinato del compañero FREDY.
No han bastado las incansables y múltiples denuncias que hemos realizado por todo el mundo clamando justicia y el cese de hostilidades hacia el pueblo Kankuamo, ya que continúan las violaciones de los DH en nuestro territorio, la reciente desaparición del compañero WILMER ARIAS del asentamiento de RÃo Seco, a donde retornaron 38 familias y la ejecución de dos hermanos mas en el asentamiento de La Mina por paramilitares, las continuas y arbitrarias detenciones masivas y la falta de voluntad polÃtica para definir sus situaciones jurÃdicas, los constantes señalamientos y amenazas en contra de la dirigencia Kankuama desplazada en Riohacha, Valledupar y Bogota, la ocupación en los territorios de sitios sagrados y lugares no permitidos por el DIH y el control territorial por parte de la fuerza pública, los incalculables perjuicios morales, sociales y culturales que padecemos demuestran la grave crisis humanitaria en que esta sumida nuestra comunidad sin que se vislumbre solución alguna.
Hoy más que nunca FREDY permanece en nuestro pensamiento, porque de acuerdo a nuestra tradición nadie muere siempre y cuando revivamos las ideas y los anhelos que lo caracterizaron, seguramente la MADRE TIERRA y nuestros padres espirituales en su sabia decisión lo llamaron a engrosar el ejército constructor de paz que desde otras esferas fortalecen nuestras capacidades de luchas encaminadas a la reconstrucción de nuestra identidad cultural, como un compromiso de vida emanado desde nuestra ley de origen y constantemente recomendado por nuestros Mayores para salvaguardar a SEYNEKEN (madre sierra), como una forma de equilibrar la humanidad.
Por lo tanto no declinaremos en nuestra loable lucha convencidos de que ELLA se encargará de protegernos y en un caso adverso cobrar con creces a quienes incluso incrédulamente persisten en llevar a cavo sus maquiavélicas prácticas guerreristas sobre su sagrado pecho.
Sea esta la ocasión propicia para llamar una vez mas a la unidad de los pueblos y la solidaridad nacional e internacional para que exijan al gobierno colombiano la inmediata judicializacion de los autores materiales e intelectuales de nuestros muertos.
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Ha transcurrido ya cuatro meses del gobierno de Alfredo Palacio y no ha cambiado nada, desde la caÃda de Lucio Gutiérrez. "Este gobierno se ha entregado a los grupos de poder tradicional y no cumple con el mandato del 20 de Abril, que ofreció refundar la Patria, la consulta frente al TLC, la no intervención en el Plan Colombia, una polÃtica económica nacionalista al servicio del pueblo ecuatoriano, un no a los partidos polÃticos tradicionales y otras promesas más. Todo esto se ha ido quedando en el olvido y una vez más el pueblo está siendo traicionado por el Dr. Palacio", dijo Humberto Cholango, presidente de ECUARUNARI.
La Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador, rechaza enérgicamente la brutal represión por parte del gobierno que vienen sufriendo los pueblos de Orellana y SucumbÃos durante este paro, quien ha decretado el estado de emergencia y toque de queda que va contra el pueblo más olvidado de esta región. Hay que recordarle al señor Ministro de Gobierno, Mauricio Gándara, quien dijo que durante este gobierno no botarÃa ni una bomba lacrimógena, pero esto ha queda en nada y los ecuatorianos hemos sido testigos de la arremetida brutal contra este pueblo, que lo único que hace es reclamar sus derechos legÃtimamente adquiridos, aún más siendo un lugar petrolero, sigue en el olvido del Estado Ecuatoriano.
Nuestro respaldo a esta lucha justa que están realizando los hermanos de la AmazonÃa y el gobierno se debe atender. Pedimos al Presidente Palacio, en nombre de la Confederación Kichwa del Ecuador, que declare la caducidad de la empresa Petrolera Occidental, que ha violado las leyes y ha irrespetado el contrato, y asà ha aprovechando los recurso de todos los ecuatorianos. Y que prepare la transferencia a Petroecuador, porque el Petróleo es de los ecuatorianos y debe servir para invertir en educación, salud, reactivación agrÃcola del paÃs que están olvidados hasta el momento.
Nuestra propuesta es la inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente, con todos los poderes para refundar el paÃs, pero sin partidos polÃticos, con la
participación de los sociedad civil. El Congreso Nacional, también quiere realizar la reforma polÃtica, pero los actores de la idea son los mismos de siempre, que son responsables de la crisis actual que vive el paÃs, entonces cómo romper el candado constitucional, no se logrará absolutamente nada en las reformas de fondo, solo
quieren dar una pincelada politiquera como siempre, lo que busca el Congreso es la manera de sobrevivir en este sistema que se cae a pedazos.
Todas las iniciativas que se están desarrollando desde los sectores sociales del paÃs, para defender el petróleo, la dignidad y la soberanÃa debemos respaldar, y luchar
juntos por un verdadero cambio que pidió el pueblo el pasado 20 de Abril. Hoy más que nunca está siendo traicionado por el presidente Palacio, por presiones de
grupos económicos y polÃticos de siempre y de la Embajada norteamericana.
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(*) Dirigente Comunicación. ECUARNARI / ANPE.
"Llamamos a los ecuatorianos a estar vigilantes para que una vez más no se burlen de la soberanÃa y hagan negocios a espaldas de todos nosotros, la Occidental y Encana tienen que ser expulsada del paÃs. Asà mism, nuestro rechazo más enérgico a la Consulta Popular, que intenta llamar el presidente, porque ya fracasó en el Congreso Nacional, no recoge temas cruciales del paÃs, como la Base de Manta, Plan Colombia, TLC" dijo, Cholango.
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El Espectador. Los mismos miembros de las comunidades indÃgenas habitantes de La Guajira y de la zona rural de influencia de la Sierra Nevada de Santa Marta serán los encargados de realizar el Censo General 2005 desde el próximo 1° de septiembre. Asà lo reveló ayer Ernesto Rojas Morales, director del Departamento Nacional de EstadÃsticas (DANE), en una visita realizada a la zona.
Las labores censales se iniciarán el jueves 1° de septiembre en los municipios guajiros de Uribia, Manaure, Maicao, Albania, Rioacha, Hatonuevo, Barrancas, Distracción, Fonseca, Dibulla, San Juan del Cesar, El Molino, Villanueva, Urumita y La Jagua del Pilar. Adicionalmente se realizará en el área de seis municipios de la Sierra Nevada que son Santa Marta, Valledupar, Puerto Bello, Aracataca, Ciénaga y Fundación.
Rojas Morales señaló que cumpliendo con lo dispuesto inicialmente, el DANE celebró convenios con universidades para la capacitación de las personas que intervendrán en el procesamiento y recolección de la información. En el caso de La Guajira, el DANE acudió a las autoridades de las organizaciones base, las cuales vienen desarrollando el proceso de escogencia de personal, llenando el vacÃo que dejó la Universidad de La Guajira.
Varios lÃderes han sido escogidos y participan en la capacitación que desarrolla directamente el personal del DANE. Actualmente se están capacitando 1.455 personas entre numeradores, recolectores de información, coordinadores y supervisores, y la mayorÃa de ellas son oriundos de las comunidades indÃgenas.
El censo arranca el 1° de septiembre en estos municipios y se estima que puede durar unos 15 dÃas. Este es el grupo número dos que inicia labores censales. La fase cero del Censo ya fue culminada en 6 municipios del paÃs: Jericó, Piojo, Viterbo, Buenos Aires, Chocontá y Oiba. En estas 6 localidades viven 74.866 ciudadanos, hay 18.708 viviendas y 2.522 unidades económicas entre empresas y establecimientos comerciales.
El pasado primero de agosto comenzó en el grupo uno en otros seis municipios: ApÃa (Santander), Restrepo (Valle del Cauca), Gómez Plata (Antioquia), San Estanislao (BolÃvar), Pinchote (Santander) y Garagoa (Boyacá).
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Antes de que llegaran a estos territorios los invasores y usureros, nuestros ancestros conservaban costumbres para mantener el equilibrio cosmogónico mediante una estrecha relación con la MADRE y obedeciendo sus leyes sabÃan cuando o no podÃan visitar temporalmente ciertos territorios muy sagrados e intocables utilizados por nuestra MADRE para ejercer sus propias virtudes, y en muy pocas ocasiones nuestros abuelos solamente iban mediante previas consultas a realizar actividades ceremoniales para recoger alimentos especÃficos o materiales para curaciones, a pedir sabidurÃa. Y además existÃa un profundo y sublime respeto por el PADRE MAR y asà lo hacÃan otras comunidades ancestrales de otras latitudes geográficas, lamentablemente nos desviamos y nos dejamos seducir por el impulso de la avaricia, el egoÃsmo, la insolidaridad, la barbarie y para someternos nos impusieron una tergiversada opinión “religiosa†y comenzó la indebida explotación de los sagrados componentes de la MADRE TIERRA (petróleo, carbón agua ).
Y asà inicio el desequilibrio, y aquellos territorios sagrados que por miles de años se cuidaron y respetaron. El hombre contemporáneo de manera inconsulta implementó proyectos comerciales, turÃsticos y gigantescos centros urbanÃsticos en lugares prohibidos por la ley natural, por lo tanto culturalmente estas y otras tragedias han de esperarse.
De igual manera habÃan épocas y tiempos muy sagrados que absurdamente se los dedicaron religiosamente a AUGUSTO CESAR y JULIO CESAR (meses de julio y agosto), en donde nuestros ancestros solo se dedicaban a recogimientos, meditaciones espirituales y en ocasiones ni siquiera se atrevÃan a observar el firmamento; hacerlo era un irrespeto a las leyes tradicionales.
El cumplimiento de estos mandatos merecÃa múltiples reciprocidades, de abundancia, larga existencia, fortalezas fÃsicas y como en aquellas otras épocas solo se trabajaba para obtener el sustento no existÃan afanes de poder, dinero consumismo, ilusiones, transformaciones fÃsicas del cuerpo, desarrollo, luego entonces todo marchaba bien y se evitaban las tragedias.
Estas situaciones han de obligarnos a cambiar de actitud, a hacer un paro en el camino frente a nuestra MADRE, a aceptar que es un claro mensaje para quienes se consideran invencibles y dueños del planeta, ojala BUSH suspenda o modere sus nefastas polÃticas destructoras y desista de sus inconvenientes investi8gaciones hacia otro planetas.
Los actuales padecimientos del pueblo norteamericano ¿no será una clara respuesta del planeta Marte a las recientes exploraciones llevadas a cavo por la NAZA? Tengamos en cuenta que Marte acaba de estar cerca a nosotros y anteriormente cuando eso ocurrÃa habÃa total recogimiento.
Hoy por hoy ha de quedarnos claro que no hay temor a equivocarnos frente a nuestra MADRE, es evidente la terrible vulnerabilidad de gobierno norte americano.
Los pueblos indÃgenas de la SIERRA que hoy resistimos la envestida guerrerista nos reponemos amparados en nuestras tradiciones y enfrentamos con valentÃa las adversidades que tratan de aterrarnos, porque quienes se empeñan en aniquilarnos recibirán condenas incontemplables expedidas por las leyes de nuestra MADRE TIERRA. Por lo tanto mientras podamos exigiremos respeto por nuestros territorios e impediremos la construcción de mega proyectos que sabemos atentan con el equilibrio de la SIERRA y a futuro juntos padeceremos consecuencias incomparables cuando decida cobrar ejemplarmente las heridas que toscamente causamos sobre su sagrado pecho.
Ha propósito de tsunamis, huracanes, tropiezos aéreos, terremotos, expertos estudiosos, gobiernos y medios de comunicación “aparentemente consternados y confundidos†muestran y expresan las distintas tragedias humanas dolorosas e inconvenientes ¡por cierto!. Pero es lamentable que en ocasiones sean utilizadas por avivatos para satisfacer sus perversos intereses.
Sin embargo pocos en el mundo reflexionamos sobre el verdadero origen de estos continuos sucesos que no son nuevos solo que ahora por el incumplimiento ancestral padecemos tales consecuencias y solo nos dedicamos a sustraer calificativos sofisticados como desastres, fenómenos naturales, accidentes, furias de la naturaleza, mala suerte, entre otros, terminologÃa que de acuerdo con nuestra cultura intenta distraernos y desubicarnos de la realidad del asunto, continuando separados de la ley creacional, para seguir violando a diestra y siniestra a nuestra MADRE TIERRA olvidando que ELLA es un ser vivo que al igual que nosotros requiere de sensaciones fÃsicas y espirituales, por lo tanto posee un aparato respiratorio, circulatorio, digestivo, columna vertebral, extremidades, conductos urinarios y orificios en forma de poros por donde expulsa bacterias para deshacerse del envenenamiento en que la tenemos sometida, inclusive posee medios de comunicación con otros planetas.
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La ciencia, encargada de producir conocimiento y de crear las pautas para el desarrollo técnico y tecnológico, ha sido fuente de debate por parte de los cientÃficos en tomo a su utilización y control. Unos aducen que la ciencia es neutral y que se encuentra al servicio de la humanidad. Otros consideran que no sólo es elitista, sino que sirve a grandes potencias con propósitos polÃticos y económicos.
En realidad, la ciencia y la tecnologÃa han estado asociadas en cada perÃodo histórico al poder y a la dominación. Han servido para transformar el mundo sin que implique el progreso de la humanidad en general; pues también han sido determinantes para la ciencia, no sólo los métodos y las técnicas empleadas, sino los acondicionamientos que sus administradores han ejercido, al igual que las teorÃas que orientan los procesos de las investigaciones.
Penosamente para la humanidad, las transiciones geopolÃticas han implicado a la ciencia en el drama de las guerras. Con seguridad, el mayor desarrollo alcanzado por las élites del conocimiento ha sido en el terreno militar, entre ellos las bombas quÃmicas para la contienda bacteriológica. Veamos un ejemplo que relaciona el desarrollo cientÃfico con el poder, el dominio y la guerra. Los cientÃficos de Estados Unidos crearon un hongo conocido como fusarium oxysporum que, al ser regado en cultivos de coca, destruyen la raÃz y la planta en su conjunto. El gobierno de EU, por medio del Plan Colombia, pretende soltar sobre este paÃs el hongo como arma de guerra biológica contra las drogas, algo similar a las bombas que lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki, en 1945, y donde también se levantó un gran hongo mortÃfero.
El fusarium tiene capacidad mutagénica no conocida ni controlada hasta ahora por los cientÃficos, por lo que no sólo acabará con la coca y la amapola sino también afectará la diversidad del ecosistema tropical de las selvas del Amazonas y del Putumayo, y particularmente terminará con todos los cultivos de pancoger de los campesinos e indÃgenas minifundistas: yuca, papa, plátano, maÃz, tomate y frutales. También será letal en la población, cuyas condiciones de salud son deplorables. En resumen, un etnocidio combinado con el mayor crimen ecológico que la potencia pretende realizar.
No es la primera vez que los cientÃficos desarrollan conocimiento para destruir ecosistemas so pretexto de combatir los cultivos de coca, más no la cocaÃna. En 1992, el gobierno colombiano autorizó las fumigaciones de glisofato para "erradicar los cultivos ilÃcitos". La destrucción del ecosistema fue evidente y las enfermedades doblegaron a buena parte de los cultivadores y recolectores de coca. Desde entonces, los cultivos de coca y amapola se han desplazado a otras áreas geográficas y se han duplicado. Campesinos miserables, marginados del adelanto cientÃfico, no han tenido otra alternativa que cultivar lo que de manera irracional le compran los narcotraficantes. Cuando sus cultivos son fumigados con los desarrollo de la ciencia biológica, se desplazan a otras regiones con sus familias, su conocimiento y, lo que es peor, con su coraje de ver aniquilado lo que durante muchos años fue su fuente de ingresos.
En este terreno, la ciencia todavÃa no ha sido puesta al servicio de los agricultores para que les garantice atender sus necesidades básicas. La respuesta de los campesinos cocaleros, es decir, de los no cientÃficos, a tan amplio problema ha sido expresada en sus múltiples manifestaciones: no a las fumigaciones ni a la intervención militar gringa y sà a la erradicación de los cultivos ilÃcitos, siempre y cuando el gobierno les conceda préstamos para sembrar cultivos alternativos en los que se les garantice el mercadeo. El ejemplo fue puesto por 3 mil campesinos de 16 localidades en el Putumayo, al iniciar la erradicación anual de mil 500 hectáreas de coca en la segunda quincena de agosto de 2000.
Para los indÃgenas guambianos y paeces, la coca es una hoja sagrada que nace con ellos, cuya utilidad trasciende las realidades mÃticas, religiosas y culturales, proyectándose a usos medicinales, alimenticios, curativos y de significación social. Los chamanes indÃgenas (psicoterapeuta occidental) "mambean" la coca, algo asà como mascarla, en rituales cuya función principal es mantener la cohesión y el control social del grupo. Esa condición de éxtasis y de reconexión con los espÃritus no es más que la purificación mental y espiritual a través de la meditación con todo un sentido de respeto a la naturaleza y a su población. No en vano la llaman "mama coca", pues es fuente de sabidurÃa chamánica que les permite percibir de manera diferente la realidad, y reordenar su mundo social y familiar.
Todo ello nada tiene que ver con la cocaÃna que consumen los drogadictos del mundo occidental; el pecado es cultivar una planta que usan los narcotraficantes para producir toxinas y alucinógenos tan destructores de vidas como el hongo Marium. Todas las culturas primitivas han utilizado plantas con fines chamánicos, y muchas de ellas continúan con esas prácticas, que no son aceptadas y siempre son condenadas por el etnocentrismo occidental que no cree en espÃritus, ni en lo sobrenatural, ni menos en los contenidos simbólicos de las culturas indÃgenas. Por ejemplo, el peyote en México, el yagé (planta sagrada para la curación, patentada abusivamente por un gringo) y la virola en el Amazonas, la coca en la región andina, y los hongos en otros pueblos. El problema por venir es si el plan de intervención estadounidense va a dar respuestas económicas y sociales a los indÃgenas y campesinos cocaleros. Sin lugar a dudas, esta situación remite a una ecuación entre el desarrollo social, la ciencia y la polÃtica.
¿Los presupuestos, los laboratorios y los cientÃficos estarán dispuestos a invertir en el conocimiento para unos campesinos que carecen de rentabilidad y de capitalización? Aún falta mucho para poner a la ciencia al servicio de la humanidad, de la paz y no de la guerra.
* El autor, antropólogo y sociólogo, es director de la revista Convergencia De ciencias sociales e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México.
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Las implicaciones de la evacuación unilateral de los colonos y las tropas israelÃes de la franja de Gaza distan mucho del melodrama hollywoodesco montado por los pulpos mediáticos. Estos, tan conmovidos por el desalojo de los asentamientos judÃos ilegales, silencian o minimizan los crÃmenes de guerra perpetrados cotidianamente por el ejército de Tel Aviv contra la población civil en los territorios palestinos ocupados. Comparemos, por ejemplo, la escenografÃa con que nos bombardearon machaconamente sobre la evacuación de los colonos con el espacio que otorgan a la construcción del Muro del Apartheid y las constantes protestas de los palestinos y las brigadas internacionalistas contra esta acción. El muro, cuya edificación ha sido declarada ilegal por el Tribunal Internacional de La Haya y por la ONU, se interna en Cisjordania e impide el acceso de miles de campesinos palestinos a sus tierra de labor y fuentes de agua, que ahora quedan en manos de Israel. Su impacto en la ya exangüe economÃa Palestina será desastroso.
Para entender cualquier paso dado por Tel Aviv es indispensable partir de algunos hechos. Desde su misma fundación, Israel se basa en una ideologÃa teocrática, racista y colonialista que lo llevó a desplazar por la fuerza a gran parte de la población Palestina de sus tierras de origen y a una continua polÃtica de guerra y expansión. En la entidad sionista, que ocupa el ochenta por ciento de la Palestina histórica, tiene un gran peso polÃtico una corriente ideológica ultra, aspirante a una nueva anexión territorial que le devuelva el espacio al que cree tener derecho según una interpretación alucinada del Viejo Testamento. Esta conlleva la expulsión de los palestinos incluso de los territorios ocupados en 1967. Israel, además, es el aliado estratégico de Estados Unidos en el Medio Oriente y pieza clave de sus planes de dominio de la región, por lo que recibe de aquel cantidades astronómicas de ayuda económica y militar. Puede haber eventualmente diferencias secundarias entre Washington y Tel Aviv, pero en lo esencial siempre existirá coincidencia. Esto repercute directamente en cualquier avance hacia la paz en Palestina, que la polÃtica de la Casa Blanca subordina a los intereses del Estado hebreo.
Entonces, ¿cómo leer la evacuación de Gaza? Aunque no sea su única causa, la evacuación encaja en la necesidad apremiante de Bush II de mejorar su deteriorada imagen ante la opinión árabe e islámica presentándose como promotor de este paso a "favor de la paz" para aliviar su desesperada situación en Irak. También, de proyectar al mundo la noción de que Ariel Sharon abre una perspectiva de solución negociada a la ocupación de Palestina. Según esto, Israel serÃa llevado a una posición de liderazgo en el área con la complicidad de los regÃmenes árabes tÃteres.
Gaza constituye sólo una Ãnfima parte de la Palestina histórica y aún de los territorios ocupados por Israel en 1967. La evacuación no significa el fin de la ocupación, toda vez que Tel Aviv conservará el control de las fronteras, el mar, el espacio aéreo y sectores claves de la economÃa como electricidad y telecomunicaciones. Nada ni nadie puede entrar o salir de la franja sin autorización de Israel, como también ocurre en Cisjordania. Por otra parte, el Estado hebreo refuerza con el muro los asentamientos ilegales, que ya cuentan con 230 000 colonos. Baste decir que se han establecido más colonos en Cisjordania este año que todos los recientemente evacuados de Gaza y de dos asentamientos de Cisjordania. Sharon ha afirmado que no existe ninguna intención de retirarse de Cisjordania ni de Jerusalén este. Llegó a proclamar que los colonos permanecerán allà «por toda la eternidad». Bush, por su parte, ha dado a entender que no serÃa «realista» esperar el desalojo de todos los colonos. Este cuadro aleja cualquier solución verdadera de paz no obstante el doble discurso de Washington.
Pero hay otro ángulo a considerar sobre la retirada de Gaza. Y es que no habrÃa sido posible sin la desigual y persistente resistencia Palestina, armada y de masas, contra un enemigo dotado de los medios de combate más modernos.
Lo mismo es válido para el pequeño moviendo pacifista de Israel.
La resistencia es lo único que puede doblegar a Tel Aviv. Aunque sea un movimiento táctico de Sharon y Bush, ellos no habrÃan hecho ni siquiera esta pequeña concesión de no existir la tenaz rebeldÃa Palestina.
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La violencia en los territorios indÃgenas aumenta dÃa a dÃa. Contra esos 700.000 colombianos que viven, trabajan y defienden su patrimonio cultural y ambiental, la guerra irregular es más bárbara y sangrienta. Cauca y Putumayo, donde la población indÃgena es predominante, han sido bloqueados por el conflicto; la Sierra Nevada de Santa Marta está paralizada; el Alto Sinú, destrozado; el sur del Tolima, invadido. Hace un año llegaron a Cali 60.000 marchistas pidiendo paz y respeto; hace una semana concluyó en Ibagué otra gran minga exigiendo lo mismo. Los medios reseñan los hechos acentuando el lado pintoresco, para desvirtuar las denuncias. Y la sangre y el dolor siguen su marcha: sólo en el presente año han asesinado 66 indÃgenas, 11 han sido desaparecidos; miles y miles desplazados y 10 pueblos fumigados con glifosato, según la Organización Nacional IndÃgena de Colombia (ONIC). La historia es larga y se puede ver en el sufrimiento de los kancuamos que habitan en la Sierra Nevada por el lado de Valledupar: en los últimos 12 años han sido asesinados 240 miembros de la comunidad. La pregunta es obligada: ¿Se ha declarado la guerra a los indÃgenas? ¿De qué guerra se trata? ¿Quién la hace? ¿Qué busca? No se puede uno contentar con la explicación oficial de que lo que pasa es que el terrorismo nos afecta a todos.
Hace un año se reunió en Chile el National Intelligence Council (NIC) de Estados Unidos, un organismo especializado en inteligencia estratégica, para pensar en la América Latina del año 2020, que inspira, sin duda, el ambicioso proyecto de Uribe: ‘Visión Colombia II Centenario: 2019’. Cito al NIC: “La emergencia de movimientos indigenistas polÃticamente organizados puede representar un riesgo para la seguridad regionalâ€, y da ejemplos: Bolivia, Ecuador, México. A Colombia no la incluye, pero dice que el “contagio†puede radicalizar al movimiento indÃgena en América del Sur hasta convertirlo en una amenaza tan desestabilizadora, como podrÃa ser un “colapso financiero en Brasil†o una “ola de gobiernos antiimperialistasâ€. El miedo de los expertos tiene nombres propios: Lula, Krishner, Chávez, Evo Morales.
Hilando delgado, cabe la muy probable hipótesis de que en Colombia estemos ante una guerra preventiva organizada que busque impedir la radicalización del movimiento indÃgena. Cierto es que la ONIC acusa de los crÃmenes a los paramilitares (37,9%), a la Fuerza Pública (24,0%), a la guerrilla (15,2%) y a “otros grupos criminales†sin identificar (22,7%). Pero la guerra irregular tiene una lógica, y el primer objeto de la nuestra es en el campo sembrar el terror para obligar a la gente a desplazarse, y dejar la tierra libre para ser reapropiada. En el caso de los territorios indÃgenas esta lógica es más cruel y perentoria: ocupan un 20% del paÃs, donde existe buena parte de la oferta ambiental de más alta calidad (agua, bosques, minas), y las autoridades tradicionales tienen jurisdicción sobre ella. Los territorios indÃgenas están en la mira de los poderes polÃticos y militares en conflicto y no sólo por la población como recurso estratégico, sino como verdadero botÃn de guerra. Las minas y la madera ya lo son de hecho, pero muy pronto lo será también el agua. Los territorios indÃgenas son –por Constitución– inalienables, inembargables e imprescriptibles. Es decir, están por fuera del mercado de tierras y es éste un obstáculo que el capital no tolera. La llamada Ley Forestal, la Ley de Aguas –menos nombrada–, y el TLC tienen cláusulas dirigidas a erosionar o suprimir esas garantÃas constitucionales. Ni más faltaba, pensarán los padres de estas leyes, que las riquezas que guardan esas tierras las vayan a aprovechar los indios. La ONIC ha denunciado con toda claridad que la polÃtica del actual gobierno –para no hablar de los otros– consiste en desmontar los derechos territoriales y desconocer la autonomÃa indÃgena, para lo cual “militariza sus territorios, persigue, asesina y judicializa a sus dirigentes, y recorta los presupuestos destinados a las comunidadesâ€.
Lo que está sucediendo delante del paÃs, al que se le oculta deliberadamente la tragedia, es el desarrollo de un gran operativo diseñado para destrozar a sangre y fuego los territorios indÃgenas, base de su autoridad y condición de su futuro.
(*) Tomado de: El Espectador
Bogotá, Sábado 3 de Septiembre de 2005.
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Machaca y Ancoraimes; hoy, ambos experimentan, en el altiplano ribereño del Titicaca, su funcionamiento como Municipios IndÃgenas, con la conjunción de dos cosas que parecen incombinables: Municipio, como expresión de un nivel polÃtico administrativo del Estado Nacional, e IndÃgena, como mayoritaria sustancia humana y cultural de algunas áreas del paÃs en proceso de amarre con el Estado boliviano.
Jesús de Machaca inició hace varios años su conversión de Distrito Municipal a Distrito Municipal IndÃgena, realizando desde allà sus trámites para convertirse en Municipio IndÃgena. Concluido el 2004 ese trámite por un comité impulsor y MACOJMA (Marca de Ayllus y Comunidades Originarias de Jesús de Machaca). En las elecciones municipales de diciembre 2004 MACOJMA –habilitado como Pueblo IndÃgena- se presentó y ganó con el 64 % de votos, seguido del MAS (32 %) y del MNR (4 %), luego de elegir en asambleas comunales a Mallkus originarios como candidatos. Es decir que su conversión en Municipio (desagregándose de Viacha) implicó la decisión colectiva de ser Municipio IndÃgena, elegir sus autoridades según sus usos y costumbres y someterlas al veredicto electoral establecido en la Ley nacional. Finalmente, se eligió al Gobierno Municipal IndÃgena que está conformado por un Alcalde de consenso, 3 concejales representantes de comunidades y 2 asignados al MAS.
Ancoraimes, con mayoritaria población aymara, en cambio, fue hasta el 2004 un Municipio “comúnâ€. Con la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos IndÃgenas, la Subfederación Campesina de Ancoraimes organizó la elección de candidatos por cada uno de los 8 cantones según sus usos y costumbres (Estatuto orgánico). Participaron también partidos como la UN, MAS, MIP y otros. En las Elecciones Municipales, la Subfederación Campesina, legalizada para efectos electorales como Pueblo IndÃgena, obtuvo el 38 % de apoyo (3 concejales), seguido del MAS (20 % - 1 concejal) y MOVIBOL (19 % -1 concejal). Como existÃa ya una tradición de construir una gestión Municipal democrática y transparente, se convirtió en estilo del nuevo Gobierno Municipal (ahora “Gobierno Municipal IndÃgenaâ€) la permanente consulta-información a través de la estructura organizativa de 8 cantones y 53 comunidades del Municipio.
En ambos municipios, se presentaron ya urgentes necesidades de compatibilizar costumbres - Ley Estatal, y algunos riesgos. Entre la compatibilización necesaria está la relación normativa Ley SAFCO y funciones de empleados municipales – funciones de la organización campesina (que afecta a la Ley y al estatuto Orgánico de la Subfederación). Otra necesidad de compatibilización es la posible rotación temporal con base en 3 o 2 años de gestión del Alcalde solicitada por algunos lÃderes campesinos en aplicación de la temporalidad del “thaqhi†o servicio de los dirigentes campesinos. De aquà se deriva la urgente demanda de apoyo para esa tarea que es fundamentalmente jurÃdica y técnica pero claramente intercultural, entendida ésta como la necesidad de articular de un modo nuevo y creativo dos modos de organizar el gobierno (el estatal y el indÃgena).
Entre los riesgos están 1) que la fuerte conjunción entre Estado (Gobierno Municipal) y sociedad civil (organización campesina) - algo que ya se observó respecto de Ayo Ayo- indiferencie los roles de gobierno y de gobernado que se requiere sean mÃnimamente diferentes, 2) la formación de “camarillas†polÃticas con tendencias a corromperse y convertir en prebendas el uso del poder, 3) la autosuficiencia extrema de los Gobiernos electos que los lleve a un aislamiento de entidades estatales y privadas que puedan apoyar su proceso de desarrollo institucional y local. De aquà se derivan varias demandas explÃcitas e implÃcitas: a) la urgente legalización de la representación campesina en el Gobierno municipal (es decir que funciones como Gobierno Municipal IndÃgena) y b) la necesidad de hallar modos de separación entre el nivel Estatal (Gobierno municipal indÃgena) y su sociedad civil organizada, para que aquel sea objeto de control, vigilancia y jurisdicción tanto de esa sociedad civil como de otros organismos estatales como la ContralorÃa General entre otros.
Ambos casos, en el paÃs demandan de la democracia boliviana del siglo XXI reflexiones y propuestas que posibiliten la articulación entre la amplia normatividad estatal existente y los usos y costumbres, para creerla como democracia abierta a los derechos indÃgenas y enriquecerla con las poderosas razones prácticas de la interculturalidad.
De todas maneras, en los casos de Jesús de Machaca y Ancoraimes, ciertamente estamos ante algo especial; dicho de una manera, ma sap chuymaqui, o in only one eart, o en la famosa lengua de Cervantes metei p+año, pues ambos son procesos con punto de partida diferente, pero punto de llegada similar: Modelos de interculturalidad desde lo real-real, con sus virtudes y limitaciones.
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A pesar de las Medidas Cautelares que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, otorgara al pueblo Wiwa, el gobierno nacional no ha iniciado el proceso de concertación para la implementación de estos mecanismos de protección. Entre tanto, los grupos armados, legales e ilegales, siguen violando los territorios sagrados de las comunidades y sus derechos fundamentales. En esta edición reseñamos el llamado y las exigencias de la Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona (OWYBT).
Los hechos:
1. Pese a que de manera formal en varias oportunidades la OWYBT ha solicitado al Gobierno Nacional iniciar, lo antes posible, el proceso de concertación de los mecanismos de protección contemplados en las medidas cautelares otorgadas al pueblo Wiwa por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos --CIDH--, hasta la fecha no hemos recibido ninguna
respuesta a nuestro urgente requerimiento.
2. Dado que transcurridos más de siete (7) meses de expedidas las medidas cautelares no ha habido ningún tipo de concertación ni desarrollo de sus términos, puede decirse que las condiciones y el contexto que las originaron se mantienen plenamente vigentes y, consecuentemente, el riesgo sobre nuestro pueblo sigue latente.
3. El 25 de agosto de 2005 en horas de la mañana, y mientras se encontraba impartiendo clases en la escuela de la comunidad Wiwa de Sabana Joaquina, (municipio de San Juan del Cesar, La Guajira), en el marco de la denominada "Operación Atánquez", fue capturado por un contingente de la PolicÃa Nacional el profesor AlcibÃades Manuel MejÃa SolÃs (34 años. En este mismo operativo fue capturado también Luis Guillermo Maestre Cáceres (menor de edad), indÃgena Kankuamo pero considerado como un guanama de esa comunidad.
4. Con posterioridad a estas detenciones los medios masivos de comunicación, recogiendo las versiones de la fuerza pública, difundieron ampliamente la noticia que con la captura AlcibÃades Manuel MejÃa SolÃs, quien fue presentado como "alias El Profesor", se le habÃa infringido un duro golpe militar a la guerrilla, ya que no sólo era el "jefe polÃtico" del frente 59 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo --FARC-EP--, sino que estuvo implicado en la emboscada en la que fueron muertos quince (15) miembros de la PolicÃa Nacional. Igualmente Luis Guillermo Maestre Cáceres también apareció en los medios como presunto responsable de esa emboscada.
5. De otro lado, las autoridades de la comunidad Wiwa de Sabana Joaquina informaron a la OWYBT que el helicóptero en que se desplazaban los miembros de la PolicÃa Nacional que hicieron las capturas, aterrizó arbitrariamente sobre una zona de cultivos, los cuales quedaron totalmente destrozados.
6. Las autoridades Kogui - Wiwa de Avingüe y Kogui de La Nevadita, (ambas en jurisdicción de Valledupar, Cesar), denunciaron que el 26 de agosto de 2005 un helicóptero de la FAC lanzó un artefacto muy cerca de estas comunidades que generó una gran explosión, causando gran temor e intranquilidad en la comunidad.
7. Asà mismo las autoridades de las comunidades Wiwa de El Cerro, Piedra Lisa y El Rongoy (localizadas en jurisdicción de Valledupar, Cesar) informaron a la OWYBT que el 27 de agosto de 2005, en horas de la mañana, aviones de la Fuerza Aérea Colombiana --FAC-- que sobrevolaban la región, realizaron varios ametrallamientos y bombardeos indiscriminados sobre
predios adyacentes a estas comunidades, que si bien no causaron pérdidas humanas ni daños materiales, si generaron pánico y zozobra en los habitantes de estas comunidades.
8. Las autoridades de varias comunidades del pueblo Wiwa han expresado su preocupación por que se puedan generar nuevos desplazamientos, ya sea al interior del mismo Resguardo o hacia las cabeceras municipales, de seguirse presentando estos ametrallamientos y bombardeos que ponen en riesgo la vida y bienes de los Wiwa que allà habitan.
9. Las comunidades del pueblo Wiwa sentimos que estamos bajo el asedio permanente de las acciones de los grupos armados. Al respecto hemos escuchado insistentes rumores que los diferentes actores armados portan listas con los nombres de miembros de nuestro pueblo: la fuerza pública para capturarlos sindicados de ser auxiliadores, colaboradores o miembros de la guerrilla; los paramilitares para desaparecerlos o asesinarlos por las mismas razones anteriores; y la guerrilla para también desaparecerlos o asesinarlos pero ahora por ser miembros de las redes de informantes y de cooperantes de la fuerza pública.
De conformidad con los hechos anteriormente mencionados,
Solicitamos:
1. Que el Gobierno Nacional inicie cuanto antes el proceso de concertación para el desarrollo de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, a favor de nuestro pueblo.
2. Que el proceso que por supuesta rebelión se le ha abierto a AlcibÃades Manuel MejÃa SolÃs, profesor y lÃder reconocido de nuestro pueblo, al igual que el proceso abierto contra Luis Guillermo Maestre Cáceres, en ejercicio de nuestra autonomÃa y de la Jurisdicción Especial IndÃgena sea conocido detalladamente por las autoridades de nuestro pueblo para que realicen las investigaciones a que haya lugar y administren justicia según nuestros usos y costumbres de encontrarse culpables de los cargos que se les imputan.
3. Que a través de una comisión interinstitucional que se desplace a la región, se realice una presencia de la institucionalidad civil del Gobierno Nacional y del Estado, para verificar los hechos y hacer un acompañamiento a las comunidades que se encuentran atemorizadas y en eventual riesgo de desplazamiento.
4. Que los mandos de la fuerza pública respeten la jurisdicción y la autonomÃa de nuestras autoridades y de nuestro gobierno propio y, en esa dirección, que sean consultadas e nformadas adecuadamente sobre las capturas que se van a efectuar, lo mismo que sobre la movilización de tropas que se va a hacer en nuestro territorio.
5. Que la fuerza pública con el apoyo de la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior y de Justicia, de la DefensorÃa Delegada para IndÃgenas y Grupos Étnicos de la DefensorÃa del Pueblo, del Programa Presidencial para los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Entre otras entidades, desarrollen un protocolo que oriente claramente el trabajo y el comportamiento de la fuerza pública en los territorios indÃgenas.
6. Que si las autoridades competentes del Gobierno Nacional y del Estado, tienen indicios serios y pruebas ciertas sobre la pertenencia de miembros de nuestro pueblo a alguno de los actores armados ilegales, se le entregue oficialmente esa información para que procedan, de conformidad con la Jurisdicción Especial IndÃgena, a hacer las investigaciones de rigor y a sancionar a los culpables de acuerdo a nuestros usos y costumbres.
Finalmente y en razón de nuestra vocación de pueblo pacÃfico y no violento,
Reiteramos:
1. Que si bien es posible que a tÃtulo individual pueden haber algunas personas que, contraviniendo los mandatos tradicionales, se han vinculado a los grupos armados, el pueblo Wiwa y sus autoridades no se encuentran alineados con ninguno de los actores armados del conflicto. En ese sentido, debe quedar claro que el pueblo Wiwa siempre ratificará enfáticamente su deseo de ser mantenido al margen de las hostilidades y de las confrontaciones militares.
2. Si bien es cierto que no podemos hacerle frente a la presencia de los distintos actores armados que transitan y recorren nuestro territorio, manifestamos nuestro interés rotundo en que se lleven su confrontación armada lejos de nuestras comunidades, para que nuestro pueblo pueda cumplir con tranquilidad nuestra Ley de Origen y con nuestro papel de guardianes del corazón del mundo.
3. Pese a que el conflicto armado nos ha tocado y nos ha afectado directamente, el pueblo Wiwa sigue considerando que la guerra que se está llevando a cabo en nuestro territorio es una guerra ajena que no nos pertenece. Sin embargo ello no quiere decir que seamos indiferentes. Nuestro pueblo le apuesta a la paz y a la convivencia y en ese sentido es que realiza los pagamentos, los confiesos y los diferentes trabajos tradicionales. Por ello, la operación del conflicto armado en la Sierra Nevada de Santa Marta pasa necesariamente por la realización, sin obstáculos, de todos los trabajos espirituales encomendados por Ade Seránkua a los cuatro pueblos indÃgenas que de ella hacemos parte.
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El tema de las tomas de tierra se ha puesto de nuevo en la agenda nacional, como consecuencia de la reciente acción que en desarrollo de su proclama por “Libertad para la Madre Tierra", hicieron los indÃgenas del Resguardo de Huellas en Caloto – Cauca- al reocupar su antiguo territorio, mal llamado ahora Hacienda La Emperatriz; un nombre por demás medieval que irónicamente nos recuerda la colonización de nuestras tierras y culturas.
Hace rato que los indÃgenas y los colombianos no escuchábamos hablar de aquellas epopeyas que partieron en dos esa historia de los desterrados y dieron lugar no sólo a la legalización de nuestros resguardos, sino también a la consagración de unos derechos especiales como grupos étnicos y pueblos indÃgenas, muy bien plasmados en la Constitución del 91, que dizque buscó ser “un pacto de paz entre los colombianos†y pagar las deudas históricas con los marginados y discriminados por razones de clase, etnia o religión.
Lamentablemente ese objetivo de acuerdo de paz entre los colombianos no se cumplió y hemos asistido al desangre de la nación, al despojo de campesinos, afrocolombianos e indÃgenas, en una vorágine de muerte que ha dejado profundas heridas en el alma de un gran porcentaje de los colombianos; que ha concentrado de una manera grosera en los más ricos la riqueza y ha hecho cada vez más pobres a los pobres.
Esta cruzada de muerte y expropiación no ha afectado solamente a las personas y su economÃa, sino también a la madre tierra que vemos cada dÃa más saqueada y feriada a los intereses de las grandes transnacionales de la industria y del comercio. Por eso es común hoy ver grandes cementerios de naturaleza, que esgrimen como testigos del la barbarie pedazos de troncos secos, despellejados y muertos, regados por grandes extensiones cuya vocación es cambiada de la noche a la mañana por cultivos intensivos de palma africana, ganaderÃa, pozos petroleros y demás artificios de la sociedad occidental. Son éstas, estatuas que desgraciadamente representan la muerte humana que yace bajo los suelos de Colombia, donde también duermen un trágico sueño sus mejores hijos.
En la maquinaria de esta misma lógica de depredación y exterminio hemos estado inmersos los pueblos indÃgenas de Colombia, sobre todo durante los últimos años de agudización del conflicto y de la “lucha por la tierraâ€, no de los pobres y los desterrados sino de los ambiciosos del sector industrial, del narcotráfico, de los ahistóricos terratenientes y hacendados, que resurgieron del pasado con más voracidad que antes, para abrir sus fauces y devorar todo lo que encuentran a su paso como los monstruos de los cuentos infantiles.
Todos en este paÃs hemos sido tele espectadores de este atentado contra la maravillosa diversidad humana, contra la rica pluralidad de saberes y conocimientos, que parece recordarnos la máxima de Hobbes: “el hombre es lobo para el hombreâ€. Asà lo evidencian la serie de hechos que han venido sucediendo en el paÃs contra los pueblos indÃgenas sin que nadie haga nada de fondo por erradicar la situación, pero muy especialmente la serie de abusos que desde el año pasado se vienen cometiendo contra los resguardos indÃgenas del Cauca en ToribÃo, Caloto, Santander de Quilichao, Corinto, Jambaló, Tierra Adentro y otros.
Abusos y excesos que no sólo han sido atribuidos a los grupos armados ilegales, autodefensas de narco terratenientes o guerrillas en disputa por el control de estos territorios de gran importancia económica y geopolÃtica, sino también a las fuerzas del Estado, que desobedecen su mandato de protegerlos y asegurar su bienestar amparados en una falsa idea de gobernabilidad.
Casi mil indÃgenas han reocupado su territorio, luego de ver como sus territorios y poblados eran convertidos en escenarios de guerra y sus habitantes reducidos al papel de chivos expiatorios de una pugna de intereses perversos, donde el Estado ha sido un actor determinante, muchas veces más por omisión que por acción.
Estas personas, “armadas†con palitos de madera ó bastones de mando, cuya única capacidad coercitiva está en el simbolismo de una autoridad reconocida que moviliza la palabra, fueron agredidas por los fusiles de la Fuerza Pública que entró “disparando, a golpes y con gases lacrimógenos contra comuneros y comuneras que ocupan pacÃficamente la finca “La Emperatrizâ€, recuperada por las comunidades como consecuencia de los incumplimientos recurrentes de compromisos anteriores asumidos por el Estado con los pueblos indÃgenas del Caucaâ€[1], a raÃz de la vergonzosa masacre del Nilo.
Dichos compromisos fueron asumidos por el gobierno del entonces presidente Ernesto Samper, quien además reconoció la responsabilidad del Estado y se comprometió con la Corte Interamericana de Derechos Humanas a desarrollar las acciones reparación pertinentes y restablecer los derechos indÃgenas al territorio y la vida.
Cansados de la eterna espera, y un poco del habla que ha sido su escudo, los indÃgenas retomaron nuevamente la senda de la acción directa para recordarle al Estado que la gobernabilidad se funda en la acción y el compromiso, y en la legitimidad que estos conceptos dan con las comunidades. Legitimidad que lamentablemente el Estado colombiano perdió hace rato cuando desatendió las necesidades de su gente y cedió su autoridad a los actores armados ilegales. Por fortuna estas comunidades no quedaron del todo huérfanas porque permaneció su espÃritu de viejos guerreros, que les permitió desarrollar su autonomÃa y empoderar su capacidad para sustituir a ese Estado ausente, que hoy con la correa en la mano reclama la paternidad que perdió.
El tema entonces es de gobernabilidad y legitimidad. Ambas categorÃas, no sólo polÃticas sino también éticas, no se recuperan ejerciendo la violencia sino la maternidad amorosa de quien reconoce a sus hijos como propios y legÃtimos, les apoya en su misión de vida y les da la autonomÃa que requieren para crecer y desarrollarse.
Mis hermanos indÃgenas sólo han querido una cosa: reunir a sus autoridades tradicionales y las comunidades comprometidas en la recuperación de la finca “La Emperatrizâ€, con las autoridades del Gobierno para presentar y discutir una propuesta que permita una salida justa y negociada a la situación tensa y de recurrentes agresiones que se viven en esa finca, recuperada el 2 de Septiembre. En dicha propuesta se comprometÃan a estar en un área restringida y previamente acordada, para preparar la agenda de negociación con el Gobierno; a esperar una comisión del Gobierno conformada por los ministros de Agricultura, del Interior y el Director del INCODER, acompañada por personalidades serias, de legitimada experiencia y transparencia; y también asumÃan el compromiso de atender la solicitud de la fuerza pública en el sentido de pedir la salida de los periodistas y medios comerciales de comunicación, para mantener un bajo perfil del proceso de negociación.
A esta petición se respondió con una demostración de fuerza digna del enfrentamiento con un actor armado: a las 17:00 horas del 5 de Septiembre, unos comuneros fueron retenidos y otros heridos.. El Viceministro del Interior se negó a viajar de Popayán al resguardo de “Huellas†Caloto para recibir la propuesta de las comunidades, muy influenciado por el Gobernador Juan José Chaux, quien ha incurrido reiteradamente en actitudes xenófobas contra los indÃgenas y ha tratado de obstaculizar sus procesos de vida.
Señor Presidente, señores congresistas: Lo único que exigen mis hermanos, y digo exigen porque aprendimos que no somos mendigos, es lo siguiente: 1. El cumplimiento de los acuerdos suscritos entre las comunidades indÃgenas, campesinos y afro descendientes del Cauca por parte de los gobiernos Nacional y Departamental. 2. La solución polÃtica, pacÃfica y negociada de los conflictos por la vÃa del diálogo con las comunidades que luchan por la recuperación de sus derechos. 3. El retiro inmediato de la fuerza pública de las zonas en conflicto, la presencia de funcionarios de carácter nacional con capacidad de negociación y el cumplimiento de las exigencias de las comunidades. 4. La presencia y participación permanente de garantes reconocidos por las comunidades.
Puntos todos que, con el gesto generoso que nos debe caracterizar, se pueden dialogar.
Como Senador de la República, electo para representar a los pueblos indÃgenas en el escenario de la democracia, no puedo menos que exigir que los actos de buena de voluntad de mis hermanos sean correspondidos por el Estado con actos similares de buena voluntad. En este sentido, saludo y agradezco todas las expresiones de apoyo y solidaridad con el pueblo Páez expresadas por los movimientos sociales de Colombia y del mundo.
En nombre de los pueblos indÃgenas, me uno a todas las voces de solidaridad con las vÃctimas de este modelo arrollador de esperanzas de vida y de la “Seguridad Democráticaâ€, para exigir del Gobierno Nacional y Departamental, del Congreso, la búsqueda de una solución concertada con las peticiones de las comunidades que deponga los interese particulares, los odios y la arrogancia del xenófobo mandatario regional.
A todos los colombianos, también mis hermanos, sà les pido expresar su solidaridad con nuestra causa.
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En Julio recién pasado, el Relator Especial para los pueblos IndÃgenas de la ONU, Rodolfo Stavenhagen, le envió una carta abierta al presidente Ricardo Lagos, en donde expresa una vez más, su profunda preocupación “ante la desproporcionada acusación que pesa contra las autoridades tradicionales anteriormente citadas en comparación con los hechos que se les imputan de acuerdo con el código penal vigente, asà como la utilización de la legislación en materia de lucha antiterrorista contra defensores del pueblo mapucheâ€.
Esta carta, que pareciera ser un extracto sacado de una página antigua, durante la dictadura militar, es vigente. En Chile, se siguen violando los derechos humanos en todas sus generaciones. Prácticas como las torturas, la prisión por razones polÃticas no son parte de un pasado oscuro, no forman parte de las historias de los sobrevivientes. Hoy, bajo un gobierno “democrático†se mantienen leyes dictadas bajo dictadura, como la Ley Antiterrorista, para mantener al movimiento social neutralizado, y más aún, para continuar la represión contra los pueblos originarios que exigen el legÃtimo derecho a sus territorios ancestrales y
el respeto a su cultura.
El llamado “Juicio a los Lonkosâ€, se inscribe en esta lógica, donde comuneros mapuches, fueron acusados por el Ministerio Público de realizar actos de violencia en distintas comunas de la Novena Región durante los años 2001 y 2002, entregando pruebas para demostrar que se estaba ante un delito tipificado como “terroristaâ€. Pese al ambiente que se creó en torno al caso, las manifestaciones de solidaridad frente a este nuevo atropello, fueron la tónica que marcó el proceso, logrando el pronunciamiento de voces como las del Relator Especial para Pueblos IndÃgenas de la ONU. Los seis comuneros mapuche, acusados del delito de “asociación ilÃcita terroristaâ€, finalmente fueron absueltos por la Segunda Sala del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco. Sin embargo continúan presos, recluidos en distintos penales de la zona sur, sometidos a diversos procesos judiciales, de la misma Ãndole.
Del total de los 16 mapuche sometidos a procesos, sólo 6 se presentaron ante la justicia a declarar, los 10 restantes optaron por vivir en la clandestinidad, demostrando con esta actitud, que no se siente amparados por la legislación vigente. Ellos mantienen la claridad de que en este paÃs, la justicia sigue estando al servicio de los poderosos, pues no es posible que el Dictador, responsable de verdaderos actos terroristas, de los mayores atropellos a los derechos humanos de los chilenos, siga impune y solo se le pueda someter a proceso a él y a su familia, por fraude al Fisco.
Frente a este absurdo, cabe preguntarse ¿qué posibilidad tienen los comuneros mapuche, de enfrentar un juicio justo? A esto debemos sumar el hecho de que en todos estos años, en lo que se ha denominado “el conflicto mapuche†no ha habido ningún empresario forestal muerto, ninguna vÃctima por los supuestos actos terroristas de los comuneros. En cambio el pueblo mapuche si tiene una vÃctima que lamentar, la muerte del joven Alex Lemun, asesinado por el carabinero Marcos Treuer, quien se encuentra actualmente en libertad.
Nada importa que los acusados: los lonkos Pascual Pichun y Aniceto Norin; Jorge Huaquin, Marcelo Quintrileo, José Llanca y Patricia Troncoso, no tengan participación en los delitos que se les imputa. Este es un juicio polÃtico y no jurÃdico frente a las demandas del pueblo mapuche, que exigen el retiro de las Forestales que invaden su territorio, cambian su ecosistema y exterminan sus recursos naturales.
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Acercarse a la sabidurÃa del pueblo Rom, sobre todo a sus conocimientos tradicionales, es bastante complejo y encierra numerosas dificultades. En primer lugar, porque los Rom, en el imaginario popular, han terminado asociados casi inexorablemente con lo misterioso, con lo esotérico, con lo oculto. En ese contexto, mitos como la “maldición Gitana†y el vÃnculo estrecho entre los Rom y Drácula, personaje a la vez histórico y fantástico, han afianzado toda suerte de estereotipos que hacen que los Rom sean vistos con recelo y temor.
En segundo lugar, la literatura que de alguna manera ha pretendido valorar y difundir aspectos de los conocimientos tradicionales del pueblo Rom, carece casi siempre de seriedad y rigurosidad, por cuanto sus análisis y aproximaciones aparecen viciadas por las ideas de la llamada “Nueva Eraâ€, que terminan por desvirtuar y vaciar de contenido la profundidad de la sabidurÃa de los Rom.
Teniendo en cuenta las dificultades anteriormente señaladas, a través del presente ensayo se busca dar cuenta, de algunos aspectos importantes de los conocimientos del pueblo Rom. desembarazándolos de sus referencias mÃsticas y esotéricas,
Unidad indisoluble del mundo social y el mundo natural
En la cosmovisión Rom los seres humanos son un componente más de la naturaleza por lo que una separación tajante entre mundo social por un lado y naturaleza por el otro, es no solo artificiosa sino inconcebible, como quiera que a través de múltiples flujos y relaciones de reciprocidad configuran una sola unidad.
Es por ello que los rituales practicados por los Rom aparecen siempre asociados a animales, plantas, agua de los rÃos y minerales, en fin, a elementos y componentes de la naturaleza. Asà mismo, desde la cosmovisión Rom, la astrologÃa y las cartas se relacionan intrÃnsecamente, ya que entre la tierra, el universo y el alma de los seres humanos hay estrechas y diversas conexiones.
El fuego tiene un carácter purificador y en torno a su utilización se han desarrollado históricamente muchos de los conocimientos tradicionales del pueblo Rom. Antiguamente los hombres Rom dedicados a la forja y aleación de metales, también tenÃan conocimientos profundos sobre plantas, de las cuales conocÃan sus propiedades terapéuticas. Esos hombres no sólo tenÃan como oficio el trabajo de los metales, sino que su contacto y conocimiento del fuego los hacÃa también hombres de conocimiento.
Diversidad de saberes ancestrales
Los conocimientos tradicionales del pueblo Rom se fundamentan en cuatro principios básicos, aunque ciertamente pueden ser más:: i) la fuerza del deseo, ii) en una intensa concentración, iii) en una infinita paciencia y, iv) en el secreto.
¿Pero cuáles son los conocimientos tradicionales del pueblo Rom? Sin ser exhaustivos se podrÃa hacer el siguiente inventario básico:
- Metalúrgicos: Relacionados principalmente con la forja y aleación de los metales.
- QuÃmicos: Invención y desarrollo de diversas sustancias que facilitan la aleación y soldadura de los metales.
- Diseño Industrial: Desarrollo de procedimientos y protocolos para realizar el trabajo de refacción y modificación de artefactos mecánicos, sobre todo hidráulicos.
- Zootécnicos: Asociados a la cura y preparación de caballos y otros equinos.
- Arquitectónicos: Necesarios para el montaje de carpas y campamentos.
- Herbolarios: Referidos al manejo de plantas medicinales y aromáticas con fines terapéuticos.
- Artes Adivinatorias: Construcción de un sistema de conocimiento y de interpretación del mundo considerado como mágico, el cual es utilizado para indagar acerca del porvenir (quiromancia, cartomancia, etc.).
- Astronómicos y Astrológicos: Conocimiento de normas y leyes de la naturaleza, derivados de la profunda observación de los astros, que ha llevado, por ejemplo, al diseño y desarrollo de un horóscopo propio.
Aunque en la mayorÃa de los casos son poco visibles dado que los conocimientos que manejan son considerados secretos, al interior de casi todas las kumpeniyi existen hombres y mujeres que poseen conocimientos terapéuticos especializados. Estos hombres y mujeres de conocimiento, o de medicina como se les conoce en otros pueblos, tienen la especial función de curar una gran variedad de enfermedades, tanto fÃsicas como psÃquicas.
-La ética del equilibrio de los hombres y mujeres de conocimiento
-La cartomancia, un camino de interpretación de la realidad
-La quiromancia, una forma de conocimiento
-Otras artes adivinatorias
-La sacralidad de algunos objetos y sÃmbolos
-La erosión de los conocimientos tradicionales
-Saberes y conocimientos que deben ser protegidos
- Detalles
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En los primeros años del nuevo siglo, el tema del conocimiento tradicional está muy vigente, por varias razones: en primer lugar desde que se establecieron las normas jurÃdicas para proteger la propiedad intelectual, el sistema tradicional jamás contempló los conocimientos de los pueblos indÃgenas como parte del mismo. Actualmente, ese concepto esta siendo superado, después de cien años de vigencia del sistema tradicional occidental, poco a poco se reconoce que un gran porcentaje de la población humana para su supervivencia depende de los conocimientos tradicionales, asà para satisfacer sus diversas necesidades, ya sean medicinales o alimentarios, entre otros. En cambio esas mismas comunidades indÃgenas no reciben todavÃa los beneficios o regalÃas de ninguna clase por sus conocimientos milenarios y tradicionales.
Por otro lado, vemos con gran preocupación, como se presentan grandes cantidades de solicitudes de patentes basados en esos conocimientos tradicionales o materiales biológicos extraÃdos de manera ilegal de los territorios indÃgenas. Por eso es importante la protección tanto de los recursos de la diversidad biológica como de los conocimientos tradicionales que sobre ellos posee nuestros pueblos, porque de eso depende también en gran medida nuestra autonomÃa o libre determinación que tanto defendemos.
Ante esa amenaza los pueblos indÃgenas estamos realizando estudios de las diversas normas jurÃdicas ya existentes para ver si alguno sirve para proteger nuestros derechos, y en esa búsqueda hemos llegado a la conclusión que es muy poco lo que podemos utilizar, casi nada. Más bien se ha tenido que desarrollar normas muy sui generis para satisfacer nuestras demandas.
Esa tarea se realiza con el apoyo de algunas organizaciones internacionales, sobre todo los que integran el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de algunos gobiernos que se han atrevido a legislar sobre un tema que todavÃa ahuyenta a muchos otros.
Procesos en el ámbito internacional
Tomando en cuenta que algunos gobiernos del continente americano y de otras regiones del mundo en los últimos años han reformado sus leyes de protección a la propiedad intelectual o el sistema de patentes, esas enmiendas no favorecen todavÃa la protección de los conocimientos tradicionales de los pueblos indÃgenas. Muy al contrario siguen protegiendo las patentes de empresas transnacionales o multinacionales, que se apropian ilegalmente de los conocimientos indÃgenas y de la diversidad biológica de nuestras regiones, dándole protección como si estos fueran las vÃctimas del sistema que ellos mismos crearon en perjuicio de los paÃses en vÃas de desarrollo, en este caso de nuestros pueblos.
Sin embargo, no podemos negar otros avances significativos en el establecimiento de leyes que favorecen la protección de los conocimientos tradicionales, aunque sea de manera incipiente, sobre todo en Abya Yala (América), en la que hay aportes indÃgenas muy importantes, que ha hecho que se cambiaran algunas constituciones polÃticas que incluyen esa protección, como es en el caso de la Constitución PolÃtica de Ecuador de 1988, que en su ArtÃculo 84, Numeral 9, establece: “El reconocimiento a la propiedad intelectual colectiva de los conocimientos ancestrales, a su valoración, uso y desarrollo conforme a la Leyâ€.
De igual manera, la Constitución PolÃtica de Venezuela del año 1999, estableció en el CapÃtulo VIII. De los Derechos de los pueblos indÃgenas, el ArtÃculo 124, donde se establece que: “Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva de los beneficios colectivos. Se prohÃbe el registro de patentes sobre estos recursos y conocimientos ancestrales conocimientos, tecnologÃas e innovaciones de los pueblos indÃgenas. Toda actividad relacionada con los recursos genéticos y los conocimientos asociados a los mismos perseguirán beneficios colectivos. Se prohÃbe el registro de patentes sobre estos recursos y conocimientos ancestrales.â€
Estos dos preceptos constitucionales están siendo seguidos por otros paÃses que ya tienen elaborados o en proceso de adopción leyes que protejan los conocimientos tradicionales indÃgenas, porque se han dado cuenta que con el robo o la piraterÃa de los mismos también están atentando contra la soberanÃa nacional de los mismos Estados. Por otro lado, algunos que no han desarrollado esos artÃculos constitucionales, le solicitamos que lo hagan, porque es necesario y urgente que los mismos sean reglamentados en leyes para su real vigencia e implementación, porque sin eso, las mismas constituciones son letras muertas.
En cuanto a la creación de nuevas leyes para proteger los derechos indÃgenas, incluido el conocimiento tradicional, lo que se conoce como sui generis, hay que destacar que estamos creando nuevas normas jurÃdicas, nuevos derechos que para el mundo occidental no existen, como es el caso del reconocimiento de los derechos colectivos, que por consiguiente reconoce que los conocimientos tradicionales son de origen y uso colectivo, que no tiene un dueño único, ni fecha de cumpleaños ni de muerte, como a modo de ejemplo. Es decir que a los pueblos indÃgenas se le debe reconocer también como los creadores de esas nuevas leyes o innovadores del derecho internacional.
Queremos destacar que los nuevos conceptos que respaldan la vigencia, el respeto y la protección de los conocimientos tradicionales, se basan también en la relación que tienen nuestros pueblos con la naturaleza, una relación del ser humano con la Madre Naturaleza, como un todo integral, que al momento de manifestarse en diversos gestos o manifestaciones culturales, medicinales y artÃsticas, es de la colectividad o pueblo que lo ha desarrollado y conservado de generación a generación, desde tiempos inmemoriales hasta nuestros dÃas.
Aquello que no tiene dueño único y que no puede lucrar ni ser patrimonio de ninguna empresa en particular, sino asà como está, en la naturaleza y en las expresiones de una comunidad, está al servicio de la sociedad que lo ha desarrollado, por consiguiente al servicio de la humanidad. De esa manera se debe reconocer a su verdadero dueño, el pueblo indÃgena que lo ha conservado e innovado desde siglos atrás y, en último caso que sean participes iguales en ganancias y regalÃas, como lo establecen los convenios internacionales que protegen el sistema tradicional de las patentes o de propiedad intelectual.
De otra manera, el mundo occidental e industrializado, asà como los organismos internacionales como las Naciones Unidas, estarÃan siempre en deuda con las comunidades indÃgenas, por lo que están obligados a establecer un nuevo régimen jurÃdico internacional que proteja, promueva y respete esos conocimientos tradicionales.
En esa parte se destaca también los nuevos conceptos, como del patrimonio Bio-cultural que se define como: “conocimiento, innovaciones, prácticas y expresiones culturales de los pueblos indÃgenas y comunidades locales que a menudo comparten colectivamente y están vinculados de manera inextricable a recursos y territorios tradicionales; incluso la diversidad de genes, variedades, especies y ecosistemas; valores culturales y espirituales; y leyes consuetudinarias formadas dentro del contexto socio-ecológico de esas comunidades.†(IIED / Call of the Earth, 2005)
En estos momentos, muchas otras acciones se están llevando a cabo a nivel internacional para ubicar los conocimientos tradicionales en el sitial que se merece, al lado de los nuevos logros cientÃficos del mundo occidental, porque una creación nueva jamás existe sin tener un creador o un pasado, sino la misma ciencia no existirÃa, no les harÃamos pleitesÃa a nuestros antepasados, no habrÃa pasado ni orgullo.
En esa tarea de reivindicar la vigencia de los conocimientos tradicionales, además de organizaciones y pueblos indÃgenas como los primeros preocupados, se destacan los documentos de expertos como es de la señora Erica-Irene Daes de 1993, “Estudio sobre la Protección de la Propiedad Colectiva e Intelectual de los Pueblos IndÃgenas (E/CN.4/Sub.2/1993/28)â€, como uno de los primeros estudios dentro del sistema de la ONU, desde el Grupo de Trabajo sobre Pueblos IndÃgenas. También está el desarrollo de las directrices del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), sobre todo los que hacen referencia a “conocimientos, innovaciones y prácticas indÃgenasâ€, como el Art. 8j y conexos, entre los más principales, sin dejar a un lado los primeros documentos publicados sobre el tema en el PNUD.
Esas iniciativas que han sido promovidas con la participación de representantes o expertos indÃgenas han hecho que más organizaciones de las Naciones unidas se interesen en el tema. Lo que criticamos desde nuestra perspectiva indÃgena, es que en el comienzo no hubiera unidad de trabajo y criterio, que cada cual quiera destacarse como los promotores de la iniciativa.
Otro hecho destacable, es el involucramiento en los últimos años de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), que mediante su Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore, acaba de tener su 8va. Sesión en Ginebra en el mes de junio de 2005, donde la participación indÃgena se toma en serio y ha habido importantes avances en la consecución de nuevas normas para proteger los conocimientos tradicionales.
En el continente americano, en las discusiones que están habiendo sobre la Declaración Americana Sobre los Derechos Pueblos IndÃgenas de Organización de Estados Americanos, hay un artÃculo dedicado a la protección del patrimonio cultural y de la propiedad intelectual, siguiendo los parámetros establecidos en el proyecto de declaración universal sobre los derechos de los pueblos indÃgenas, que constituyen las normas mÃnimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indÃgenas del mundo, como indica la misma declaración y, que ojalá dentro de muy pocos años integre como parte de los instrumentos jurÃdicos internacionales reconocido por las Naciones Unidas.
Podemos seguir mencionando más organizaciones e instituciones en el plano internacional que han emitido importantes opiniones sobre el tema, pero consideramos que ya es el momento de convocar una conferencia internacional sobre la protección de los conocimientos tradicionales e ir creando bases para lo que puede ser un convenio internacional sobre el tema y de esta manera reconocer el esfuerzo o contribución de los pueblos indÃgenas en dar respuestas positivas a los grandes problemas que aqueja la humanidad.
Caso de Panamá
Como un aporte a la búsqueda de nuevas normas que protejan los conocimientos tradicionales de los pueblos indÃgenas en Panamá, tenemos la Ley 20 del año 2000, conocida como: “Del régimen especial de propiedad intelectual sobre los derechos colectivos de los pueblos indÃgenas, para la protección y defensa de su identidad cultural y de sus conocimientos tradicionalesâ€, considerada como una ley sui generis por la OMPI y demás organizaciones indÃgenas y no indÃgenas que trabajan en este asunto.
Esa ley fue una iniciativa de autoridades y profesionales indÃgenas de Panamá, donde hubo asesorÃa de instituciones nacionales como el Ministerio de Comercio e Industrias, Asamblea de Diputados, entre otros y, a nivel internacional de la misma OMPI.
Como una de las primeras leyes en esa materia, no es la perfecta, es un esfuerzo que consideramos debe servir de modelo o ejemplo para demás pueblos hermanos y paÃses que están trabajando en este campo, por lo que debe ser mejorada, ampliada, como un nuevo instrumento legal de protección de los conocimientos tradicionales.
Con esta ley ya se han hecho registros importantes de los derechos colectivos indÃgenas, como es el uso del Derecho Colectivo “Mola Kuna Panamá†(vestido usado por las mujeres kunas y todas sus innovaciones), como un arte, un conocimiento tradicional que pertenece al pueblo Kuna y que se ha transmitido de generación en generación. También la Nahua o vestido de la mujer Ngöbe, el sombrero y bolsas hechos con materiales y tintes naturales y todas sus aplicaciones e innovaciones, como propiedad del pueblo Ngobe y, está en proceso de registro la tagua y cesta del pueblo Emberá, considerados también como arte indÃgena.
Estas son algunos de los registros que para las leyes panameñas sus únicos y verdaderos dueños son los pueblos indÃgenas mencionados. (Ver la Ley 20 de 2000, como adjunto)
Finalmente, exhortamos que las Agencias Intergubernamentales del sistema de las Naciones Unidas tomen en cuenta las recomendaciones o exigencias de los pueblos indÃgenas para que los conocimientos tradicionales no se vayan desapareciendo o sirvan únicamente a empresas, estados y personas del mundo industrializado que siguen lucrando ya no sólo de nuestra miseria, sino también de nuestros conocimientos ancestrales.